Quien te diga que medio día es más que suficiente para ver Florencia, realmente no conoció Florencia. Simplemente imagina que es la ciudad cuna del Renacimiento, la que revolucionó la cultura, la sociedad, los descubrimientos después de la Edad Media. Donde se concentraron personajes ilustres como Dante Alighieri, Leonardo Da Vinci, Machiavelo o Michelangelo. Una ciudad donde puedes pasar largas horas tan solo en un museo.
A menos que solo quieras ir a tomarte una foto en el Ponte Vecchio para tus redes sociales, entonces así sí la puedes ver en solo unas horas, pero eso no significa que es una ciudad que se conoce en medio día. De hecho te estás perdiendo la oportunidad de explorar y disfrutar una de las ciudades más hermosas de Europa y una de las 100 más visitadas del mundo.
¿Cuánto tiempo recomiendo?
Depende el tiempo que tengas en tu viaje. He llegado a pasar hasta tres meses en ella y te aseguro que no terminé de conocerla. Pero suponiendo que la quieras incluir en tu recorrido por Europa, entonces te recomendaría mínimo tres noches, sobre todo si quieres agregar excursiones y tomar Florencia como base. ¿Qué ver esos días?
Iglesias llenas de arte
Complejo del Duomo
La Cattedrale di Santa Maria del Fiore (Duomo), fue diseñada por Arnolfo di Cambio y es la tercera iglesia más grande del mundo. Por fuera es deslumbrante, te das cuenta de su dimensión cuando tienes la vista panorámica de la ciudad desde algún mirador, como el que te voy a recomendar más adelante.
Una de las principales atracciones de la catedral es su impresionante cúpula hecha nada más y nada menos que por Filippo Brunelleschi, cuya tumba se encuentra en la cripta de la iglesia. Y sí, también puedes subir a ella a través de 463 escalones. ¿Cuánto mide la cúpula? 114 metros de altura y 45 metros de diámetro.
El complejo del Duomo incluye también el famoso Campanile di Giotto, un campanario de estilo gótico con incrustaciones de mármol con una altura de 84.7 metros, punto muy popular entre los turistas que quieren ver la ciudad a vista de pájaro desde esta famosa torre. Frente a la iglesia está el Battisterio di San Giovanni, de estructura octagonal, realizado con mármol blanco de Carrara y verde de Prato, con una cúpula de mosaico bizantino y puertas ricamente decoradas con relieves.
Basílica de la Santa Croce
Otra gran obra de Arnolfo di Cambio. Es una de mis favoritas y no por la iglesia en sí, sino porque ahí se encuentran los restos Galileo Galilei, Nicolás Maquiavelo y Miguel Ángel, entre otros famosos. No sé porqué pero no deja de maravillarme el poder caminar en el mismo lugar donde se encuentran sus cuerpos.
Basílica de la Santissima Annunziata
En mi opinión la iglesia más bonita, tiene muchas obras de arte en su interior, pero hay una que es muy famosa porque aparentemente es obra de un milagro. Cuenta la leyenda que en el año 1252, un monje comenzó a pintar la Anunciación, pero no logró obtener una imagen lo suficientemente hermosa. Así que una noche, al quedarse dormido, un ángel se encargó de terminar el trabajo y es la pintura que se puede ver ahora.
Entre palacios y los Medici
Palazzo Pitti y Giardino di Boboli
A mediados del siglo XVI, Cosimo I de Medici y su esposa Eleanor de Toledo compraron este palacio (llamado así por su propietario original Luca Pitti) como residencia y se convirtió en el reflejo del poder de los Medici en la Toscana. Estuvo habitado por dos dinastías más hasta 1865. Hoy en día puedes ver los museos entre los que se incluyen la Galería Palatina y los apartamentos reales.
Y ya estando ahí no puedes dejar de recorrer los bellos Jardines de Boboli, de estilo italiano, que impusieron moda en muchas propiedades europeas. Pasar ahí un rato es también un respiro al bullicio turístico de la ciudad, entre jardines, esculturas y fuentes.
Palazzo Vecchio
Sede de gobierno desde hace siete siglos, es también el símbolo de la ciudad. Antiguamente llamado Palazzo della Signoria, fue residencia de Cosimo I antes de que se mudara al Palazzo Pitti. Después de su mudanza se le llamó Palazzo Vecchio. Aunque sigue siendo sede del Ayuntamiento, también alberga el Museo Ragazzi y la Sala Cinquecento, una sala bellísima para eventos y audiencias.
Nota: Por cierto si quieres ver más de esta familia, no dejes de visitar la Capilla Medici, donde están sus tumbas.
Sus plazas y la mejor vista de Florencia
Piazzale Michelangelo
Aquí vas a tomar las mejores fotos panorámicas de la ciudad. Por cierto, la escultura del David que verás ahí, así como la que ves en la Piazza della Signoria son réplicas, ya que la original se encuentra en la Galleria dell’Accademia. Si tienes tiempo (y energía para subir las escaleras) te recomiendo visitar la basílica menor de San Miniato al Monte, que es muy bonita.
Desde la plaza, te recomiendo regresar a pie por las escaleras que pasan por el Jardín de las Rosas y por las puertas antiguas de la ciudad. Quédate de ese lado de la ciudad -en el “oltrarno”, que es del otro lado del río Arno, para que disfrutes las calles, plazas y arte urbano. Hay zonas como el Santo Spirito que tiene restaurantes y bares muy padres.
Piazza della Signoria
La más importante de la ciudad porque aquí se concentraba el poder político desde el siglo XIV. Recordemos que aquí está el Palazzo Vecchio. También se encuentra la Galleria degli Uffizi, uno de los museos más famosos del mundo. Siéntate en la Loggia dei Lanzi (donde están los arcos con esculturas), observa el movimiento de la ciudad y todo lo que te rodea, ¡un lugar inspirador!
Piazza della Repubblica
Los poderes se dividían así en las plazas florentinas, el político en la de la Signoria, el religioso en la del Duomo y el comercio en este preciso lugar donde en el siglo XIX, se construyó la Piazza della Repubblica, conservando solo la Columna de la Abundancia.
Museos
Si vas a querer hacer tiempo para visitar al menos los más famosos, entonces tienes que incluir a tu lista el museo Uffizi (para ver “El nacimiento de Venus” de Botticelli) y la Galleria dell’Accademia (para el David de Miguel Ángel). Pero si ya de plano quisieras extender tu estancia o ver algo más, puedes encontrar gran variedad de museos para todos los gustos, como la Casa Buonarroti, el Museo Leonardo Da Vinci o el Museo Salvatore Ferragamo.
El puente más famoso
Ponte Vecchio
La cereza del pastel, el incomparable Ponte Vecchio, construido en el siglo XIV. Fue el único puente en la ciudad que no fue bombardeado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, se dice que por órdenes del mismísimo Hitler, pero la página de Turismo de la Toscana explica que fue por la ayuda de Gerhard Wolf, que era cónsul de Alemania y quien también ayudó en el rescate de judíos y prisioneros políticos, por lo que años después lo hicieron ciudadano honorario de Florencia.
Hoy en día está lleno de joyerías, pero antiguamente había carnicerías. Si te fijas por arriba se puede ver el Corredor Vasariano que Cosme I de Medici mandó construir para conectar el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti sin tener que salir a la calle.
El truco para volver a Florencia…
Fontana del Porcellino
No te olvides de encontrar esta fuente con la escultura de un jabalí de bronce hecha en 1633, donde la tradición es frotar su hocico y ponerle una moneda para atraer la buena suerte y asegurar tu regreso a Florencia.
Estos son solo algunos lugares que consideraría imperdibles, pero en realidad te faltaría tiempo para los mercados y sobre todo para tener la experiencia gastronómica, ya que su comida y sus vinos también necesitan tiempo para ser disfrutados ¡es la Toscana!
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