Si eres amante del diseño, de los hoteles boutique sofisticados pero con un toque sexy, el hotel del que te voy a hablar hoy es para ti. Para empezar forma parte del sello Small Luxury Hotels of the World, ya con eso puedes imaginarte que vas a tener una experiencia de lujo. Así que con las expectativas muy altas, hicimos el check in en el BoHo Hotel mientras nos recibían con una refrescante copa de Prosecco.
Un estilo muy chic
Me encantó su estilo. Todo el hotel, desde el lobby hasta las áreas comunes y las habitaciones, tiene una decoración contemporánea y muy elegante pero nada aburrida, todo lo contrario, porque a cada espacio le dieron un toque único.
Por ejemplo en los pasillos ya te van adentrado al arte que encontrarás en el hotel, con una exhibición de matrioskas, así como fotos y libros que hablan sobre el Proyecto 57, conformado por las fotografías que decoran cada habitación, porque sí, cada cuarto tiene una fotografía de algún rincón fascinante de Praga. La intención es que te sientas parte de la ciudad, no solo un turista más.
Nuestra habitación era la número 12 (con la foto #46 del Proyecto 57), que plasmaba el atardecer -o amanecer- visto desde el puente Mánesův en el río Vltava con el castillo de Praga alzándose al fondo.
Y bueno ya que empecé a hablar de nuestra habitación, entraré de una vez en los detalles de nuestra estancia. El cuarto, que te puedo decir, era súper lindo, muy cómodo, amplio y con un baño muy sexy ya que detrás de la televisión había un vidrio que separaba el cuarto de baño del resto de la habitación. Pero en realidad mantenías la privacidad ya que el retrete y la ducha no se alcanzaban a ver en realidad, solo el lavabo y un poco de la bañera.
En cuanto al resto de las instalaciones, el hotel tenía una sala de estar de esas con las que sueñas tener en casa, con un librero enorme, la sala, el comedor y unas lámparas modernísimas. También cuenta con un restaurante muy moderno con cocina abierta donde nos sirvieron un desayuno muy rico y muy completo, estilo buffet con huevos preparados al gusto.
Indudablemente un hotel como éste también tiene gimnasio y un spa de primera. Pero era Praga y no teníamos tiempo para consentirnos aunque fuera un poco, teníamos que salir a caminar por esa ciudad mágica.
Ubicación
Y si algo tiene súper práctico el BoHo es precisamente su ubicación, ya que está justo en medio de la estación de tren y de la Plaza de la Ciudad Vieja, a una distancia de menos de 10 minutos caminando de cada punto. Así que es perfecto si llegas en tren a Praga y quieres evitar el tomar transporte de cualquier tipo.
¿Para que viajero lo recomiendo?
Sin duda alguna para los amantes del diseño y el viajero que está dispuesto a pagar por una experiencia más de lujo.
*Gracias al BoHo Hotel por su amable hospitalidad.
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