Cuando viajas tienes que estar abierto a diferentes opciones, sobre todo si se trata de encontrar un buen hospedaje sin que sea carísimo. Ya en otro artículo había hablado sobre sacrificar -tal vez- la ubicación, con tal de conseguir algo más asequible con más estrellas. Y en una ciudad tan magnífica como Florencia puedes darte el lujo de alejarte del centro, porque ahí todo es bello.
Muy cerca de la Piazza della Libertà, encontramos el San Gallo Palace, un hotel 4 estrellas que me pareció muy buena opción si el presupuesto de tu viaje no es súper elevado, pero aún así buscas hoteles limpios, bonitos, con aire acondicionado y sobre todo que te den comodidad y excelente servicio, porque el personal es súper amable.
Ubicación
El hotel en realidad no está tan lejos, ya que queda a unos 20 minutos caminando de la Piazza del Duomo y a 13 minutos de la Galleria dell’Accademia (donde se encuentra la escultura del David de Miguel Ángel). Si no quieres caminar, al lado del hotel en la Piazza della Libertà, puedes tomar autobuses que te dejan en atracciones turísticas como Piazza San Marco o la estación de tren de Santa Maria Novella.
En lo personal ese barrio me gusta porque es más residencial, te permite conocer un área “menos turística” de la ciudad, pero sin estar alejada del centro y las atracciones turísticas. Ya había conocido esa zona hace muchos años, me gustaba y me ilusionó volver por ahí.
Las instalaciones y sus restaurantes
El hotel es una villa que fue construida entre 1890 y 1895 con ventanas tipo boínder (bow windows), que no son muy comunes en Florencia. Pero lo renovaron en el 2013 y hasta la fecha continúan modernizando habitaciones y áreas comunes.
El lobby tiene tres salas no muy grandes, pero muy bonitas decoradas de estilo clásico con cosas modernas, artículos de moda para promocionar a diseñadores locales y exhibición de pinturas. Eso me gustó que promuevan los negocios locales y el arte que tanto caracteriza a Florencia. Nuestra habitación era clásica, sencilla, pero con muy buen tamaño, se notaba que había sido remodelada y me gustó que tuviera piso de madera en lugar de alfombra.
Por ejemplo ahora cuenta con un bistro (The B) muy lindo que ellos llaman “jardín urbano”, que en las noches está bastante animado. Ideal para tomarte la última copa antes de subir a la habitación. Ese mismo bistro, pero en el interior del hotel, es donde te sirven el desayuno tipo buffet.
Por cierto que el grupo propietario del hotel, tiene también dos restaurantes que nos habían recomendado mucho pero que no alcanzamos a ir porque regresamos muy tarde de una excursión que hicimos a Cinque Terre. Uno se llama la Buonerìa que es una trattoria de cocina napolitana y el Tosca Restaurant (al que nos quedamos con ganas de ir), que se encuentra en el bellísimo Mercato Centrale y el chef tiene una estrella Michelin.
Servicio
Pero lo que quiero destacar de este hotel es el servicio que tuvimos que fue súper personalizado. Las chicas de la recepción siempre muy amigables y al pendiente de que los huéspedes estuvieran bien. Digamos que ahí tuvimos un trato más familiar.
¿Para qué tipo de viajero lo recomiendo?
Para el que busca hoteles 3-4 estrellas, con un trato excelente y que viaja con un presupuesto promedio. En especial para aquel que no presta tanta importancia a la ubicación, con tal de quedarse en un hotel más bonito sin sacrificar estrellas y que opta por las zonas más tranquilas.
*Gracias al San Gallo Palace por su amable hospitalidad.
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