Italia

Cómo llegar a Cinque Terre

septiembre 10, 2018

Seguramente habrás visto fotos espectaculares de pueblitos coloridos empotrados en las colinas de la Riviera Italiana, rodeados por el mar de Liguria. Esos son los cinco pueblos de Cinque Terre o las “Cinco Tierras” conformadas por Manarola, Riomaggiore, Corniglia, Vernazza y Monterosso al Mare. Pero ¿cómo se llega a ellas?

Desde hace muchos años había querido conocer Cinque Terre y como este verano nos quedaríamos seis noches en Florencia, aprovechamos para darnos una escapadita de un día para ver lo que alcanzáramos. Pero sobre todo queríamos ver qué tan fácil era llegar si lo recomendábamos a nuestros viajeros.

Primero tomamos el tren de Florencia a La Spezia que dura como 2 horas 20 minutos. En el trayecto pasas por los Alpes Apuanos de Carrara, que es de donde extraen el mármol, puedes ver de lejos las canteras blancas como si fuera nieve, pero no es nieve. De hecho el tren para ahí por si deseas incluirlo en tu ruta.

Montañas de donde extraen el mármol en Carrara. Foto © Patrick Mreyen

Llegando a La Spezia hay que tomar otro tren que pasa por los cinco pueblos. Si vas en verano el tren va llenísimo, pero si hay espacio o tienes la suerte de poder sentarte, ponte al lado de la ventana porque es impresionante cuando el tren sale de los túneles y puedes ver rápidamente el mar y los pueblitos en sí. Son pueblos muy pequeños, pasas encima de ellos. De La Spezia al último pueblo que es Monterosso al Mare son unos 20 minutos de camino.

Independientemente de dónde decidas bajarte primero, ese mismo tren es el que vas a tomar para irte de pueblo en pueblo. También tienes la opción de llegar en bote, así ves los pueblitos desde el mar. O bien puedes hacer todo el trayecto entre las Cinco Tierras a pie, pero necesitas tiempo y que el calor no sea tan duro. Nosotros fuimos a principios de agosto y el calor era horrible.

Si prefieres el senderismo, el trayecto debe ser maravilloso porque vas entre la naturaleza y en partes viendo al mar, pero ojo porque algunas partes no están protegidas. Las distancias son de 3.5 kilómetros de Monterosso a Vernazza, 4 kilómetros de Vernazza a Corniglia, 3 kilómetros de Corniglia a Manarola y 1.5 kilómetros de Manarola a Riomaggiore. Este último trayecto es el más popular.

Parte del sendero que va de Manarola a Corniglia. Foto © Silvia Lucero

Como nosotros teníamos el Eurail Pass, decidimos hacer todo en tren, si no cuentas con el pase, ellos te venden un boleto para los cinco pueblos. Como ya sabíamos que no alcanzaríamos a recorrerlos todos, seleccionamos tres: Monterosso, Vernazza y Manarola, que era el que más me ilusionaba conocer.

Los elegimos así porque Monterosso al Mare nos lo habían recomendado por la playa. Vernazza porque es un poquito distinto al asentamiento de los otros. Y Manarola porque es la típica foto de Cinque Terre, con el pueblo enclavado en la montaña. Pero me quedé con ganas de ver Riomaggiore. Si tienes que elegir tres y tu idea no es tumbarte en la playa, sino ver el asentamiento tan dramático de los pueblos en las colinas, entonces te recomendaría sacrificar Monterosso e incluir Riomaggiore.

Monterosso al Mare

Este pueblo tiene la playa más larga, ahí si puedes encontrar camastros o –con suerte- espacio en la arena para tumbarte a tomar el sol y a disfrutar del mar. También tiene restaurantes muy chulos con vista al mar. Me pareció el más práctico si tu prioridad es disfrutar la playa, sobre todo si vas con niños.

Monterosso al Mare. Foto © Silvia Lucero

Por cierto nos recomendaron comer focaccia que porque ahí hacían las mejores y nos compramos unas deliciosas, nada que ver con las que había comido antes.Yo comí con berenjena, tomate y queso y Patrick solo con pesto (la de él era la mejor).

Calle de restaurantes frente a la playa en Monterosso al Mare. Foto © Patrick Mreyen

Vernazza

Es el típico pueblo antiguo de pescadores, con sus casas de colores, ventanas de madera, callejones y una calle peatonal empedrada más amplia -y súper turística- que desemboca en la plaza principal. A mí me encantó porque se me hizo muy tradicional, para algunos es el pueblo más bello (a mí me gustó más Manarola), pero creo que cada viajero tendrá su favorito.

Saliendo de la estación hacia la calle principal de Vernazza. Foto © Silvia Lucero
Calle principal de Vernazza. Foto © Silvia Lucero
En Vernazza. Foto © Patrick Mreyen

Manarola

Si cuando bajas en Vernazza crees que es una locura la cantidad de turistas, espera a llegar a Manarola…lo único que te puedo decir es que respires profundo y tengas paciencia porque sí es desesperante, pero cuando ves los pueblos vale la pena. De hecho en eso perdimos mucho tiempo, ya que el acceso de las estaciones a los pueblos es muy limitado en espacio, lo mismo para tomar los trenes.

La típica foto del bello pueblo de Manarola, una de las Cinque Terre. Foto © Silvia Lucero

Después de bajar las escaleras y atravesar un túnel largo salimos a las calles de Manarola. Como el resto, es también muy pequeñito, así que no perdimos mucho tiempo y caminamos directamente al mirador de Punta Bonfiglio para obtener la típica vista panorámica del pueblo en la montaña. Ahí es cuando te das cuenta que no importa el calor, ni la marea de turistas con tal de conocer lugares tan espectaculares.

Camino al mirador en Manarola. Foto © Silvia Lucero
Las vistas de Manarola son espectaculares. Foto © Patrick Mreyen

¿Cuándo ir?

Si puedes viajar en otras fechas, evita los meses más turísticos del verano (julio y agosto), porque además del calorón, es demasiada la cantidad de gente que hay y no hay un orden en las estaciones. Puede resultar hasta un poco claustrofóbico el salir de las estaciones a los pueblos y obviamente los trayectos en el tren (aunque esos son cortos). Mis respetos para todas esas familias que vi subiendo y bajando de los trenes con niños pequeños.

La multitud en la estación de Manarola antes de bajar por la única escalera hacia el túnel que lleva al pueblo. Foto © Silvia Lucero

Me gustaría volver en un mes de mayo o tal vez a finales de septiembre, cuando aún no está fría el agua y no ha llegado la temporada de lluvias. Me imagino que debe ser mejor. También leí por algún lugar que en Navidad se ven muy bonitos los pueblos, aunque hace frío y probablemente te toque lluvia.

Consejos prácticos

Lleva zapato cómodo, de preferencia deportivo, ya que son pueblos en los que hay que caminar y muchas de las calles están empinadas. Si vas en verano lleva ropa ligera porque las temperaturas son muy altas, pero lleva a la mano algo con que cubrirte si planeas entrar a las iglesias (piernas y brazos).

No olvides llevar el traje de baño y la mejor disponibilidad para tumbarte en donde sea, ya que no todos tienen playa, así que tocará encontrar un buen espacio en el pavimento o hasta en alguna roca.

Gente tumbada en las rocas tomando el sol y algunos nadando, había partes donde estaba más tranquilo el mar. Foto © Silvia Lucero

¿Dónde dormir?

En los cinco pueblos no hay muchas opciones, la mayoría de los hospedajes son en apartamentos de renta vacacional o B&B. Si quieres hoteles más grandes tendrás que quedarte en ciudades más grandes y tomar el tren. Como nosotros.

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Para cuestiones editoriales me puedes escribir a silvia.lucero@latrotamundos.com.