Al llegar a la enorme Piazza de Santa María Novella captan mi atención dos edificios, uno es el de la bella Basílica de Santa María Novella y el otro -casi al lado de la iglesia- es el del hotel donde me hospedaría esa noche, el Grand Hotel Minerva.
Cuando crucé la puerta de cristal me encontré con un elegante hotel totalmente renovado, ubicado en un edificio histórico del siglo XV, con una rica combinación de estilos clásico y moderno. Un hotel que inició sus servicios de alojamiento en el siglo XIX como el “Grand Locanda della Minerva”, pero que ha apostado por reinventarse para mantenerse entre los top de la capital de la Toscana.
En fin, Florencia es una ciudad que es como un gran museo, podría dedicar los artículos de los hoteles enfocándome solo en historia de los edificios históricos y las obras de arte que los decoran. Por eso mejor voy directo al punto, a lo que vas a encontrar si te hospedas ahí. El resto de la historia, ya la vivirás tu si te hospedas ahí.
Ubicación
El hotel tiene una ubicación perfecta a 5 minutos caminando de la estación Santa María Novella, lo cual es excelente porque es una ciudad a la que por lo general se llega en tren y hay muchas excursiones a ciudades cercanas a las que se va en tren. También está muy cerca de las principales atracciones turísticas como el Duomo por ejemplo, que está a menos de 10 minutos a pie.
Pero el que esté cerca de la estación no significa que esté en medio de pleno bullicio de la ciudad, porque la plaza donde se encuentra, aunque es muy turística porque ahí se localiza la Basílica de Santa María Novella y el Museo Novecento, es muy amplia, en ningún momento te sientes asfixiado por tantos turistas como en otras plazas de la ciudad.
Instalaciones de lujo
Por todo el hotel vas a encontrar una mezcla de arte de distintos estilos y épocas como pinturas hermosas, jarrones decorados, relieves en los pasillos, grandes espejos dorados, hermoso mobiliario y una de las obras más famosas del hotel: la escultura “La Gran Bañista VI” del artista siciliano Emilio Greco. Una fusión de estilos que nunca abandona la elegancia que caracteriza a este hotel.
Las áreas comunes eran preciosas, el lobby, las salas, los restaurantes, los pasillos para ir a las habitaciones, todo muy elegante. Y si ya estaba encantada con todo el hotel, me enamoré aún más de las vistas que tiene desde la terraza donde se encuentra el bar Three-Sixty y la piscina.
El área de la alberca es pequeña, pero es donde tienes las mejores vistas porque tienes de frente el Duomo y el Campanario de Giotto. Una forma más de enamorarte de Florencia desde lo alto.
La habitación
El hotel tiene 97 habitaciones, aunque ellos se clasifican como hotel boutique a mí me pareció más grande que eso. Sus habitaciones son contemporáneas, cada una con su propio estilo. Por ejemplo la mía era la suite familiar con terraza que era muy grande, muy cómoda, con mucha luz natural, una decoración que encontré hasta cierto punto familiar y se podía comunicar con la habitación de al lado.
La cama era muy cómoda, el baño ni se diga y tenía un sofá y una terraza muy amplia donde me senté a disfrutar unos macarons deliciosos, mientras decidía el itinerario del día.
El desayuno
El desayuno lo sirven en el restaurante Il Chiostro, un lugar muy lindo con ventanales que dan a un jardín interno, pisos de mármol, muebles de madera estilo Art Deco (aclaro no soy experta en muebles ni mucho menos, pero eso me vino a la mente). Con cuadros dedicados a la música y donde destacaba el color azul Tiffany -que me encanta- (aunque creo que en las fotos se ve un poco más oscuro).
Y en cuanto a la comida, como era de esperarse me encontré con un buffet muy amplio, delicioso, con todo muy fresco y es que ¿quién no come bien en Italia?
¿Para qué tipo de viajero lo recomiendo?
Me gustó mucho para familias por la comodidad de que dispone de habitaciones interconectadas. También para aquellos viajeros que buscan hoteles de cierto de rango (4-5 estrellas), con instalaciones más amplias. Y sobre todo para aquellos que sí tomen en cuenta la elegancia del lugar donde van a dormir durante sus vacaciones.
Me fui del Grand Hotel Minerva con una sonrisa en la boca. Había encontrado otro hotel precioso para recomendar en este blog y en nuestra agencia de viajes. Pero también me fui feliz por la grata experiencia y el descanso que tuve, fue como un oasis en medio bullicio que también encuentras en una ciudad tan turística como Florencia. En pocas palabras recargué pilas, para continuar mi viaje.
*Gracias al Grand Hotel Minerva por su amable hospitalidad.
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