Todos Santos es un pequeño Pueblo Mágico ideal para desconectarte del mundo y escaparte del estrés. Un lugar en el que se respira tranquilidad y aunque parezca remoto, está lleno de extranjeros que se implantaron ahí para disfrutar de las maravillas de la naturaleza que ofrece Baja California Sur.
Cuando llegamos a Todos Santos nos encontramos con un pueblo muy pequeñito, que cuenta con poco más de cinco mil habitantes y una gran población de expatriados de Estados Unidos y Europa que llegaron hasta este lugar recóndito a establecer sus pequeños hoteles, galerías de arte, boutiques y hasta una librería.
Nosotros nos quedamos ahí tres noches que dividimos en dos hoteles preciosos, The Hotelito y Posada La Poza, ambos pequeños pero con un concepto muy diferente y de los que hablaré en sus respectivos artículos. Aunque en un principio creímos que serían demasiados días para un lugar tan pequeño, nos encantó porque pudimos relajarnos y disfrutar tanto de la paz del pueblo, como los hermosos atardeceres en la playa viendo al Pacífico.
¿Qué hacer?
El primer día llegamos ya tarde, así que solo salimos a cenar y nos regresamos a tomar unas bebidas al hotel. Al día siguiente decidimos explorar Todos Santos, así que lo dedicamos a caminar en el pueblito que en realidad es muy pequeño, son solo unas calles las que cuentan con comercios, pero aprovechamos para entrar a las tiendas y conversar con los propietarios, ya que me llamaba la atención que todos fueran extranjeros.
No me parecía extraño ver extranjeros viviendo en México, me interesaba saber sus historias por lo remoto del lugar y porque muchos de ellos nos contaban que se habían establecido ahí desde hacía 10, 20, hasta 30 años, cuando aún estaba más aislado, maravillados por el entorno y con un sueño en mano que pudieron fabricar y hacer realidad en esta parte de México.
Aprovechamos para tomar fotografías ya que las casas son súper bonitas con sus colores o toques mexicanos. En algunas destacan las figuras de sus santos o están rodeadas de cactus. Y resaltan aún más en las calles adornadas con papel picado de colores. Para los amantes de la fotografía es precioso porque tienes el desierto y el cielo azul.
Después de comer como dios manda, condujimos para ver algunas playas cercanas, sin meternos al mar porque es el Pacífico es muy bravo, aunque para los que practican surf es el lugar perfecto. A diferencia de otras zonas turísticas de México, ahí las playas eran solitarias y tengo que mencionar que todo lo que visitamos – tanto en Todos Santos como en San José del Cabo, Cabo San Lucas, La Paz y las playas- estaban extremadamente limpias. Eso me encantó.
Pero volviendo a las playas de Todos Santos, la del mismo pueblo que es la playa La Cachora, es bellísima, mi recomendación es ir a ver el atardecer porque se ve impresionante. Hay poca gente, está súper tranquilo para disfrutar ese espectáculo de la naturaleza casi en solitario. Lo mejor es que en temporada de tortugas, puedes ayudar a liberar tortuguitas marinas porque ahí se encuentra el Grupo Tortuguero.
Esa tarde también fuimos a conocer el famoso Hotel California, que aunque mucha gente te dice “no dejes de ir, es el que inspiró la canción de Eagles”, eso no es verdad, es una leyenda urbana que hasta llevó al grupo Eagles a demandar al hotel. Pero igual vale la pena ir a tomarse una copa al bar porque es un hotel muy lindo.
La excursión a Playa Balandra
El tercer día lo dedicamos a ir a conocer la playa más famosa de Baja California Sur: Balandra. Las playas más famosas se encuentran a poco más de hora y media de distancia de Todos Santos y a unos cuantos minutos de La Paz. Esa es otra opción, quedarse también en la capital del estado.
Cruzamos el “bracito” de baja California Sur, para ver las playas que dan al Golfo de California o Mar de Cortés, aunque vimos solo algunas de ellas como El Tesoro, Balandra y El Tecolote. En esta última puedes tomar los botes para cruzar a la Isla del Espíritu Santo, que tiene también playas hermosas y es famosa porque ahí tienes la oportunidad de nadar con lobos marinos.
Nosotros lo dedicamos a Balandra, aunque cometimos un error. Por falta de tiempo debíamos elegir entre ir a nadar con los lobos marinos o hacer kayak en Balandra, yo moría por hacer kayak, es una actividad que me gusta mucho, así que decidimos que lo haríamos después de explorar un poco la playa y sería la actividad final para cerrar con broche de oro nuestro día.
Con Balandra fue amor a primera vista, el agua es cristalina preciosa y resalta aún más porque está rodeada de cerros. Es un contraste maravilloso ver el mar y el desierto. Además es muy bajita, puedes caminar tranquilamente y como el agua es muy fresca, no sientes tanto el calor (al menos no en esta época del año).
Caminamos hasta el emblemático Hongo de Piedra, el cual lamentablemente han tirado ya anteriormente los turistas por treparse a la cima del hongo con tal de tomarse una selfie. A nosotros también nos tocó muy tranquilo, pudimos apreciarlo y tomar muchas fotos. Después escalamos el cerro para tomar algunas fotografías panorámicas y disfrutar el paisaje desde la cima.
Al bajar fuimos muy confiados a tomar el paseo en kayak, el cual sólo está autorizado con guía ya que es zona protegida, pero precisamente como estaban celebrando el quinto aniversario como área protegida, todos los paseos estaban reservados desde muchos días antes y no había disponibilidad. Así que nos quedamos sin kayak y sin nadar con lobos marinos. Como consolación solo me queda decir, tendré que regresar…
Terminamos el día comiendo tarde en La Paz y viendo un poco la ciudad y el área del malecón que por cierto está en reconstrucción, así que me imagino que quedará más bonito. A nuestro regreso a Todos Santos, nos quedamos a disfrutar el pequeño oasis que teníamos en nuestro hotel.
Pescado y marisco fresco
Para elegir los restaurantes sí buscamos algo que fuera de gente local y donde pudiéramos comer pescado y mariscos frescos. En todos los lugares comimos delicioso, aunque hay que tener cuidado con los horarios, ya que por muy turístico que sea, los restaurantes cierran temprano, sobre todo si no es temporada alta.
Por ejemplo la primera noche nos cerraron la mayoría de los lugares y por suerte terminamos en uno de los pocos que aún estaban abiertos y que resultó ser riquísimo. Un lugar familiar donde la dueña súper amable terminó llevando otras cosas de cortesía para que probáramos. Me gustó que el restaurante estaba súper chulo y muy limpio. Los demás días nos aseguramos de visitar los restaurantes que queríamos en sus horarios correspondientes y siempre nos sorprendieron con la comida.
Me gustó Todos Santos, para algunos es un lugar solo de paso, pero para otros puede ser el destino perfecto si se busca el relax absoluto en un lugar que aún no está tan invadido de turistas ni de franquicias.
Restaurantes recomendados:
Restaurante bar Bahía
La Fonda
El rincón de Humaya
Heladería La Paloma
Hoteles recomendados:
The hotelito
Posada La Poza
Una estancia llena de color en The Hotelito : La trotamundos
diciembre 5, 2017 at 5:30 pm[…] gustó mucho el hotel, en verdad me costó levantarme de la hamaca para salir a explorar Todos Santos. Pero estuve feliz de haber tenido la oportunidad de disfrutarlo y de haberme dado tiempo para […]