Mérida es una ciudad que me ha ganado poco a poco, es de esos lugares que entre más vas conociendo, más te conquista y siempre te invita a volver. Una ciudad con hoteles boutique preciosos donde sólo basta atravesar la puerta de alguna casa colonial colorida, para encontrar un mundo lleno de diseño y confort, tal como sucede con Casa Italia Yucatán.
Por fuera la fachada de Casa Italia Yucatán es muy discreta, se podría decir que es un secreto bien guardado en Mérida. Pero al llegar no hay que dejarse llevar por su calle transitada, ni porque está casi frente a un complejo industrial, olvídate de eso porque el interior del hotel es muy lindo. Te lo aconsejo porque eso me sucedió a mí.
Al ingresar nos encontramos con una casa antigua reformada con techos muy altos, que según nos explicaron, eran construidas así por el calor, ya que en el verano las temperaturas son muy altas. Me gustó que todo estaba lleno de detalles, la recepción, la sala donde se encuentra el bar y el pequeño restaurante donde nosotros tomamos el desayuno, pero también es restaurante donde sirven comida italiana e internacional.
El personal del hotel era muy amigable, nos contaron muchas cosas sobre el estilo de vida en Mérida, una ciudad donde las temperaturas llegan a ser de 45 grados en verano. Nos dijeron que en la capital yucateca es elemental tener piscina y por cierto este hotel tenía una muy linda con un patio muy acogedor.
El hotel tiene pocas habitaciones pero son suites enormes. La nuestra daba al jardín y a pesar de estar en una ubicación tan céntrica, ahí solo se respiraba paz. Teníamos dos camas matrimoniales súper cómodas, una pequeña sala y un balcón. El baño también tenía muy buen tamaño. Me gustó mucho toda la decoración porque era contemporánea con toques antiguos, me recordó a algunas mansiones de Cienfuegos y Cayo Hueso.
Curiosamente la noche que estuvimos llovió un poco, así que no pudimos sentarnos en el jardín a relajarnos y a meternos a la alberca, pero en los días calurosos debe ser el plan perfecto.
El desayuno estuvo súper rico porque ofrecen especialidades yucatecas como los huevos motuleños, que esos los comió Patrick porque a mí no me gustan los chícharos, pero tenían muy buena pinta. Yo pedí algo más tradicional, unos huevos rancheros, que estaban muy ricos.
El hotel tiene muy buena ubicación, queda a menos de 10 minutos a pie del Paseo Montejo y a unos 20 minutos del parque Santa Lucía, pero Mérida es una ciudad tan agradable y segura para caminar que aunque nosotros llevábamos coche, preferimos hacer todo caminando y dejamos el auto estacionado en el parking privado y gratuito que tiene el hotel.
Otra cosa que me gustó es que tiene muy buenos precios, yo lo consideraría dentro de la gama “budget chic”, ya que es muy bonito, con habitaciones enormes y con buena ubicación. Me pareció ideal para aquellos viajeros que buscan algo no muy caro, pero cómodo y sobre todo donde se cuida el diseño.
Otro plus es que sí aceptan niños, ya que hoy en día muchos hoteles boutique, por el mismo concepto de ofrecer tranquilidad al huésped, prefieren enfocarlo a adultos únicamente. Así que Casa Italia puede ser también una excelente opción para familias, sobre todo por la amplitud de sus habitaciones.
En general me gustó mucho el hotel, sobre todo por el servicio, pero quisiera repetirte el consejo, no te dejes llevar por la primera impresión de la calle donde está ubicado, ya que como mencionaba en un principio, hay un complejo industrial muy grande cerca. Que eso no afecte tu decisión porque el hotel en sí es muy lindo y muy tranquilo, realmente vale la pena.
*Gracias al hotel Casa Italia Yucatán por su amable hospitalidad.
Si te gustaría viajar a Mérida o a toda la península de Yucatán y necesitas que organice tu viaje, escríbeme para más información a silvia.lucero@tripdreaming.com.