Sin duda alguna Amberes (Antwerp) es una de las ciudades más cool de Bélgica, famosa por ser la ciudad de los diamantes y del diseño. Tal vez no sea tan turística como Brujas, pero tiene mucho que ofrecer al viajero que va en busca de una ciudad mágica, pero más alternativa y con más vida.
Como finalmente pudimos dedicarle todo un fin de semana a una de las ciudades más importantes del país, les quiero compartir algunos tips para pasar un fin de semana lleno de arte, moda y cerveza en Amberes.
¿Qué la hace tan especial?
Lo clásico
Para empezar desde que llegas a Amberes ya te quedas con la boca abierta al ver la estación de tren que es impresionante y ha sido considerada como una de las más bellas del mundo. Si no llegas en tren, tienes que asegurarte de ir a verla porque es de las principales atracciones de la ciudad.
A mí me impresionó no solo la belleza de su arquitectura (del siglo XIX-XX), sino también lo práctica y moderna. Por ejemplo me sorprendió que fuera de varios pisos.
La ciudad en sí es preciosa, especialmente su casco antiguo con su arquitectura flamenca, sus calles empedradas y plazas espectaculares como la Grote Markt. Ahí puedes ver los edificios más importantes e imponentes de la ciudad como el Ayuntamiento.
A unos cuantos metros se encuentra la catedral de estilo gótico. Su hermosa torre que se alza majestuosa sobre el resto de los edificios, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los museos
Amberes tiene una gran vida cultural y museos impresionantes, así que para balancear un poco nuestra estancia y disfrutar de todo un poco, seleccionamos solo 4 museos, pero al llegar a la ciudad nos encontramos con la sorpresa de que había una exposición temporal de Banksy y como nos encanta la incluimos en nuestro itinerario cultural y estuvo genial.
Un museo obligatorio es el Rubens Huis (Casa de Rubens), un palacete estilo barroco muy bonito, donde vivió el famoso pintor durante 25 años. Ahí puedes ver los muebles, pasear por las habitaciones, pero sobre todo ver las pinturas barrocas maravillosas, no solo de él, también de otros artistas de la época. Mi favorita fue “El gabinete de pinturas de Cornelis van der Geest durante la visita de los archiduques” de Willem van Haecht.
Después del Rubens Huis pasamos rápidamente por el Museo Plantin-Moretus, un museo donde se encuentran las impresoras más antiguas del mundo y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además de ver los talleres y máquinas, puedes visitar la casa de la familia Plantin-Moretus.
Y estando en la ciudad de la moda, no podíamos dejar de incluir el ModeMuseum. Así que del barroco brincamos a la modernidad arquitectónica, así de versátil es Amberes.
En el ModeMuseum nos tocó la exposición del pintor y escultor belga Rik Wouters y lo que hicieron fue exhibir sus obras junto a vestidos cuyos diseños fueron inspirados en los trabajos del artista. La decoración te hacía sentir como si estuvieras en uno de sus cuadros.
También tienen una sala especial dedicada a los “Seis de Amberes”, como se le conoce a un pequeño grupo de diseñadores locales conformado por Dries van Noten, Ann Demeulemeester, Dirk Van Saene, Walter Van Beirendonck, Dirk Bikkembergs y Marina Yee.
Por último, como aún no habíamos visto el Castillo Steen, decidimos retar al frío, verlo rápidamente y de ahí caminar a lo largo del río Escalda hasta llegar al MAS | Museum aan de Strom.
Lamentablemente llegamos al MAS minutos antes de que cerrara y no alcanzamos a entrar a las salas, pero sí al edificio que está abierto hasta la noche. Aunque para ser honesta lo dejamos al final porque en realidad nos interesaba más ver el edificio ultra moderno y subir al último piso a ver la ciudad desde lo alto.
Algo que me encantó de este edificio, es que tienen dos áreas dedicadas para que los estudiantes vayan a estudiar y a hacer ahí sus tareas. Debe ser genial ser estudiante en una ciudad tan hermosa.
Amberes tiene el segundo puerto más importante de Europa después de Róterdam y aunque realmente teníamos planeado ir a ver el edificio de la Casa del Puerto -diseñado por la arquitecta Zaha Hadid-, al final no pudimos, no solo porque no nos alcanzó el tiempo, sino porque el clima era fatal. Al llegar al MAS ya estábamos tan cansados, con hambre y muertos de frío, que en verdad no alcanzamos a llegar. Pero igual agrego una foto tomada de Pixabay para mostrar la belleza arquitectónica de Hadid (y ahora que lo vuelvo a ver, me vuelvo a dar de topes por no haber ido).
Entre compras y cervezas
Usualmente no soy de las que dedica horas en una ciudad para ir de compras, sobre todo si tengo corto tiempo, pero en Amberes es un pecado no hacerlo porque por eso es famosa. Digamos que es parte del recorrido obligatorio (al menos así se justifica el gasto ;-)).
Por falta de tiempo había que elegir entre ir a las calles famosas por las tiendas o visitar la cervecería De Koninck, por lo que terminamos dividiéndonos y mientras Patrick se fue a saborear las deliciosas cervezas, yo me fui de tiendas.
Como Amberes está llena de boutiques súper cool y zonas de shopping, me fui a las más cercanas a mi hotel en la calle Meir, que es la más famosa sobre todo para cadenas grandes, así como a la calle Schuttershofstraat, donde hay más boutiques.
Bares clásicos y temporales
Una gran ventaja que tuvimos, es que un buen amigo nuestro es de un lugar muy cercano a Amberes, así que él nos dio recomendaciones súper buenas, como por ejemplo el Little Brewers Winter Garden un restaurant-bar que sólo abre en invierno, instalado en un bodegón industrial, pero muy bien hecho y con un ambiente muy local. Me encantó.
Los otros días cenamos en dos lugares más tradicionales, pero que fueron ideales para comer los típicos platos flamencos como el Carbonade Flamande y por supuesto probar cervezas belgas. Uno de ellos fue el De Groote Witte Arend y otro fue el De 7 Schaken (casi al lado de Grote Markt).
Y obviamente en esas callecitas y plazas encuentras lugares muy chulos como el bar Paters Vaetje, donde también nos resguardamos del frío por unas horas, mientras tomábamos…más cervezas belgas, por supuesto.
Tips para tu viaje
Bélgica tiene una posición privilegiada en el corazón de Europa, es fácil incluirle en los itinerarios, sobre todo si se viaja entre Inglaterra y Francia. Sin embargo por lo mismo se suele dedicar uno o dos días para ir a Bruselas y/o Brujas solamente. Pero después de ver Amberes, en verdad recomiendo incluirla en los planes de viaje y -si puedes- quedarte mínimo una noche para disfrutarla al máximo.
Otro tip importante es que -como en casi todos los países europeos-, casi todo está cerrado los domingos; pero los museos sí abren, así que si vas en fin de semana, haz todo el sábado y dedica el domingo a visitar los museos.
Y como ya es costumbre Bélgica, a pesar de ser un país pequeñito, volvió darme una gran sorpresa.
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Alex Portillo
febrero 11, 2017 at 9:42 amMe gustó lo k escribiste. Nosotros fui.ks hace 2 años y nos gustó mucho, pero no teníamos idea de lo famosa k era la.ciudad….
Silvia Lucero R.
febrero 11, 2017 at 1:06 pmGracias Alex! sí la verdad es que está padrísima la ciudad y en general Bélgica tiene lugares increíbles. Saludos! 😉