La cadena de hoteles Radisson hace unos meses lanzó su primera línea de hoteles Radisson Red y se estrenó nada más y nada menos que en la ciudad de Bruselas y aunque acaba de inaugurar otro en Minneapolis y muy pronto abrirá más en diferentes partes del mundo, nosotros fuimos al de la capital belga a ver cómo era ese nuevo concepto enfocado en el arte, la moda y la música.
Nos hospedamos dos noches en este hotel que está ubicado en la zona de Ixelles, justo al lado del Parlamento Europeo. No es la típica zona turística al lado de la Grand Place, pero está muy cerca a unos 10 minutos caminando y a pocos minutos en autobús –la parada queda justo enfrente del hotel-. Además está al lado de la estación Bruxelles-Luxembourg, ideal si llegas a la ciudad en tren o para ir al aeropuerto.
Así que la ubicación es también muy conveniente, porque la zona es muy bonita, ahí puedes encontrar muchos bares y restaurantes súper lindos que son más frecuentados por locales, es decir no trampas turísticas.
Ahora sí quiero entrar en detalles en lo que fue la experiencia del Radisson Red, del cual tenía mucha curiosidad por conocer porque hace dos años me hospedé en el Blu en Minneapolis y me gustó mucho; pero quería ver la diferencia del concepto, que sí es diferente.
El Radisson Red tiene una onda mucho más relajada, es más alternativo y enfocado a las nuevas tecnologías. Desde que llegas tienen la opción de hacer check-in y check-out por cuenta propia, aunque en estos momentos por motivos de seguridad, en realidad te toca hacer check-in en el mostrador con personal del hotel.
En el lobby también tienen una pantalla enorme con cámara para tomarte una selfie y compartirla en las redes. Y en las habitaciones las televisiones tienen AirPlay, lo que significa que puedes proyectar cosas desde tu celular a la televisión, ya sea tus shows de Internet o poner tu propia música de Spotify, por poner un ejemplo.
La decoración es preciosa, muy moderna donde predomina el blanco y el rojo, pero integraron algo muy típico de Bélgica: los cómics. Puedes encontrar caricaturas en las paredes del lobby, del restaurante, en los elevadores, los pasillos y obviamente en las habitaciones. Lo mejor es que para eso trabajaron con artistas locales. Me sentí como si hubiera tenido la posibilidad de entrar a un cuadro de arte pop.
Nuestra habitación era una suite estudio muy grande, muy placentera, con una cama comodísima que nos hizo olvidarnos de los despertadores y salir más tarde de lo planeado a pasear por la ciudad. Teníamos también un comedor y una pequeña sala para ver televisión.
La primera noche nos quedamos a cenar en el hotel en su restaurante OUIBar + KTCHN, ya que teníamos incluida una pequeña degustación de tres cervezas belgas, con el fin de seleccionar la que más nos gustara para una bebida de cortesía. Pero el lugar era tan bonito que terminamos ordenando más cervezas y las acompañamos con productos locales. Eso me encantó, que ellos trabajan con comercios y productores locales.
El desayuno es excelente, todo sabía tan fresco. Lo mejor es que no hay hora para desayunar y hay de todo, productos tipo deli o a la carta. El primer día desayuné huevos con espinacas y salmón y todo sabía tan delicioso, que terminé ordenando lo mismo la siguiente mañana.
Pero lo que me gustó fue el toque tan personalizado, todo el personal siempre fue súper amable y servicial, lo que hacía aún más relajante la estancia. De hecho hicimos un “recorrido alternativo” de Bruselas según las recomendaciones que nos dieron, pero de eso hablaré a detalle en otro artículo.
¿Me gustó el nuevo concepto Radisson Red? Me encantó, no es el hotel clásico, pero sí el hotel perfecto para aquel viajero que busca un ambiente más relajado y que pone mayor interés en el diseño.
*Gracias al Hotel Radisson Red por su amable hospitalidad.
Si te gustaría conocer Bélgica o hacer un viaje inolvidable por Europa y necesitas que organice tu viaje, escríbeme a silvia.lucero@tripdreaming.com.