Si viajas a Alemania con niños y tienes miedo que se aburran de ver solo museos y sitios históricos, puedes dedicar un día para hacer alguna actividad divertida, para premiarlos por lo bien que se portaron mientras visitabas museos en la ciudad. O acudir a un parque de diversiones, combinado con un rincón mágico. Tal como fue nuestra visita a Cochem y el parque Klotti.
Hace unos días hicimos una excursión de un día a la región de Eifel en Alemania, como iban nuestros sobrinos -6 niños de entre 3 y 10 años- y hacía un clima muy agradable, decidimos empezar en un lugar divertido para todas las edades.
Como el parque está en la cima de un monte, cuando llegas es impresionante porque puedes admirar la pequeña ciudad de Cochem desde las alturas, situada en un valle, atravesada por el río Mosela, con sus viñedos y el castillo Reichburg. Yo estaba encantada, deseando bajar a recorrerla.
El parque Klotti es muy pequeño, es fácil hacerlo en un día y no se necesitan horas para subirse a las atracciones. No es un Disneyland, pero es entretenido para los niños y no tan cansado para los adultos. Además tiene el tobogán “Zum Rittersturz” más alto de Alemania.
No tiene muchos juegos fuertes, en general son para niños pequeños y adolescentes, pero también tiene un pequeño zoológico, áreas de comida, mesas para hacer picnic y un teatro de marionetas.
Finalmente en Cochem
La ventaja del verano en Europa, es que tienes días muy largos, el atardecer es después de las 9 de la noche, así que aunque salimos del parque pasadas las 6 de la tarde, todavía tuvimos varias horas de luz.
Primero fuimos a cenar a un restaurante mexicano, que como podrás imaginarte, en realidad no sabía a mexicano, pero la comida estaba rica y el lugar es muy bonito. Sobre todo me gustó la oportunidad de que mis sobrinos belguitas al menos probaran cosas “parecidas” a lo que comemos en México, como un dip de aguacate que ofrecían.
Obviamente si estás de vacaciones en Alemania, no te recomiendo comer en un restaurante mexicano. Hay que probar la comida típica local, pero en este caso fue un detalle muy lindo, que mi familia política (de la parte de habla alemana de Bélgica) estuviera entusiasmada en comer algo “mexicano” conmigo.
Después fuimos a recorrer el centro histórico, hermoso y medieval de Cochem. Como es un lugar muy turístico, está lleno de vida, sobre todo la zona de restaurantes, con sus terrazas frente al río.
Junto al río hay un parque muy bonito y un camino donde puedes tomar algunos de los botes turísticos. Desde ahí se puede apreciar mejor el castillo Reichsburg, alzándose imponente sobre el valle. El castillo tiene una historia de poco más de mil años, pero lo que ves ahora es una reconstrucción, ya que fue destruido en su totalidad.
Es un lugar muy visitado, famoso por sus vinos Riesling, que es la uva que predomina en el valle de Mosela. También es turístico porque ahí se pueden tomar cruceros para pasear algunas horas por el río o realizar otro tipo de excursiones.
¿De qué ciudad queda cerca?
En nuestro caso manejamos desde Weywertz en Bélgica e hicimos hora y media de camino. Pero puedes ir desde ciudades grandes alemanas como Colonia, Bonn y Frankfurt, conduciendo quedan a menos de dos horas. También puedes llegar en tren, es rápido y barato.
Tanto el parque como la ciudad me parecieron dos actividades que se pueden combinar perfectamente, para que por un lado los niños tomen un descanso (porque Europa puede resultar agobiante para ellos) y a la vez, la visita a Cochem, reemplaza ese sentimiento de “perdí un día en Europa en un típico parque infantil”. Todo se puede hacer, sabiendo organizar el viaje.
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