México

Puebla: barroca y cosmopolita

julio 6, 2016

Cuando pensaba en Puebla, lo primero que se me venía a la mente era una ciudad llena de iglesias, famosa también por su gastronomía. Pero qué errada estaba, Puebla ha cambiado muchísimo, cada vez va tomando más aires de modernidad, pero sin perder su esencia. Ahora está en mis ‘top 5’ de México.

En busca de nuevos mercados para los viajes que organizamos en Tripdreaming, hicimos un viaje de familiarización (FAM trip) con la oficina de Turismo de Puebla, quien nos organizó un itinerario excelente para que viéramos lo más que se pudiera durante los tres días que estuvimos ahí.

Para empezar tengo que decir que tuvimos al mejor guía, Fernando de Mexicoh Turismo Integral, era impresionante, sabía absolutamente todo y era muy ameno al dar las explicaciones, aprendimos de manera divertida.

¿Qué me enamoró de Puebla y su mágica Cholula?

Los museos

Empezamos nuestra visita en el Museo Amparo. Uno de los museos más bellos que he visto en mi vida. Un edificio enorme, en su exterior similar al conjunto de construcciones coloniales que ves en el Centro Histórico de la ciudad, pero al ingresar te deja con la boca abierta por su modernidad. Es una maravilla lo que hizo el arquitecto Enrique Norten al remodelar este edificio y jugar así con la luz y el espacio.

Museo Amparo en Puebla. Foto © Patrick Mreyen
Museo Amparo en Puebla. Foto © Patrick Mreyen

Un museo privado que alberga colecciones de arte prehispánico, colonial y contemporáneo. Tiene piezas preciosas, pero es un museo que hay que verlo de la mano de un experto para apreciarlo más.

Este mural es impresionante porque da los acontecimientos mundiales en forma cronológica. Foto © Patrick Mreyen
Este mural es impresionante porque da los acontecimientos mundiales en forma cronológica. Foto © Patrick Mreyen

El Museo Internacional del Barroco es una de las nuevas atracciones en Puebla. La capital del barroco ¡cómo no iba a tener un museo de altura! El edificio es una joya arquitectónica, obra del arquitecto japonés Toyo Ito, ganador del premio Pritzker, que como nos explicaron en nuestro recorrido, “es como el Nobel pero de arquitectura”.

Museo Internacional del Barroco. Foto © Silvia Lucero
Museo Internacional del Barroco. Foto © Silvia Lucero

Me encantó que es todo interactivo, integra todo lo ocurrido durante el periodo Barroco en la religión, la literatura, la pintura, la arquitectura, el teatro, la ciencia, hasta en la moda. Puedes pasar horas o dedicar días para disfrutar este museo en su totalidad.

El Museo Internacional del Barroco es muy divertido ya que es interactivo. Foto © Patrick Mreyen
El Museo Internacional del Barroco es muy divertido ya que es interactivo. Foto © Patrick Mreyen
Tienen una maqueta impresionante de Puebla. Foto © Patrick Mreyen
Tienen una maqueta impresionante de Puebla. Foto © Patrick Mreyen

También fuimos al Museo de la Evolución, me pareció precioso y divertido para todas las edades. Como su nombre lo indica, es un recorrido histórico desde el origen del universo hasta la aparición de vida en la Tierra.

Museo de la Evolución. Foto © Silvia Lucero
Museo de la Evolución. Foto © Silvia Lucero
Siempre hay tiempo para tontear. En el Museo de la Evolución. Foto © Patrick Mreyen
Siempre hay que encontrar tiempo para tontear un poco. En el Museo de la Evolución. Foto © Patrick Mreyen


Las iglesias

Sus iglesias son maravillosas, olvídate si eres religioso o no, aquí vas a apreciar el arte (barroco en casi todas ¡sí!) y a aprender historia. Eso sí, te recomiendo dejar la Capilla del Rosario hasta el final, porque después de verla nada te va impresionar (bueno, eso hasta que veas el Templo de Tonantzintla…)

Capilla del Rosario, en la foto no se ve ni la mitad de lo impresionante que es en persona. Foto © Silvia Lucero
Capilla del Rosario, cubierta en hoja de oro. En la foto no se ve ni la mitad de lo impresionante que es en persona. Foto © Silvia Lucero

Las fotos y cualquier descripción que pueda hacer de la Capilla del Rosario, no le hacen justicia a lo que es verla en persona. Es de las más hermosas que he visto, todo tiene una explicación, por eso hago énfasis en que es esencial verla de la mano de un guía profesional.

Todo en la Capilla del Rosario tiene una explicación. Esas cuentas en azulejo, son los misterios, si los siguieras por toda la capilla, podrías rezar el Rosario. Foto © Silvia Lucero
Todo en la Capilla del Rosario tiene una explicación. Esas cuentas en azulejo, son los misterios, si los siguieras por toda la capilla, podrías rezar el Rosario. Foto © Silvia Lucero

También fue impresionante ver el cuerpo del Beato Sebastián de Aparicio en la Capilla de la Virgen de la Conquista, muy venerado en Puebla. Aunque el beato murió a los 98 años en el año 1600, su cuerpo se ha logrado preservar milagrosamente y lo puedes ver en su urna.

Cuerpo del Beato Sebastián de Aparicio. Foto © Patrick Mreyen
Cuerpo del Beato Sebastián de Aparicio. Foto © Patrick Mreyen

La Puebla tradicional e histórica
Los edificios son hermosos, llenos de historia y leyendas. Por eso es importante ver la ciudad con un guía como hicimos nosotros, por ejemplo Fernando nos explicó la divertida historia de la Casa del Alfeñique (ahora es museo), que fue un regalo de bodas para una novia que aceptaría casarse si le construían una casa de alfeñique (un dulce). Como ya imaginarás te cuentan toda la leyenda sobre el novio y todo lo que hizo para construirla.

Casa del Alfeñique. Foto © Silvia Lucero
Casa del Alfeñique. Foto © Silvia Lucero

Al igual que la Casa de los Muñecos, impresionante con Talavera y 16 muñecos que representaban en tono de burla a los concejales que se oponían a que se construyera la casa, que tendría un piso más que la Casa de Gobierno.

Casa de los Muñecos. Foto © Patrick Mreyen
Casa de los Muñecos. Foto © Patrick Mreyen

El Zócalo es precioso rodeado de edificios históricos como el edificio del Ayuntamiento, el Pasaje del Ayuntamiento, la catedral, hoteles y restaurantes que hacen que se llene de vida este espacio público. Por cierto me llamó la atención que la plaza tiene WIFI y muchos puntos turísticos de la ciudad están adaptados para el turismo inclusivo con señales en Braille, etc.

Zócalo de Puebla. Foto © Patrick Mreyen
Zócalo de Puebla. Foto © Patrick Mreyen

El Mercado de Artesanías “El Parián” también es hermoso, colorido, muy diferente porque está al aire libre y donde puedes comprar artesanías poblanas. Es tan bonito, que instalaron unos marcos dorados para que tomes la foto perfecta. Frente a él está el Barrio del Artista, donde puedes ver a los artistas trabajando y comprar sus obras.

Mercado El Parián. Foto © Patrick Mreyen
Mercado El Parián. Foto © Patrick Mreyen

Secretos de Puebla

Una de las cosas más interesantes que visitamos fue uno de los túneles que descubrieron hace poco y que ahora es parte de la ruta Secretos de Puebla. Nos contaron que siempre había existido el rumor de que bajo la ciudad de Puebla, había túneles que conectaban diferentes puntos estratégicos, que eso habría ayudado a que se ganara la Batalla del 5 de Mayo. Recientemente en una excavación se descubrió uno de los túneles que ya está abierto al público.

El primer túnel en exhibición. Foto © Silvia Lucero
El primer túnel en exhibición. Foto © Silvia Lucero

El Puente de Bubas es otro lugar que forma parte de esos “secretos”. Se trata de la recuperación de este puente que tuvo varios nombres, pero se le quedó de “bubas” porque conectaba a un hospital donde se trataba a pacientes con sífilis. Ahí abajo también puedes ver el escudo de armas de la ciudad y el de la reina.

Puente de Bubas. Foto © Patrick Mreyen
Puente de Bubas. Foto © Patrick Mreyen

La Puebla moderna

Ya me habían dicho que la zona de Angelópolis había quedado preciosa. Yo esperaba ver solo edificios altos, muchas franquicias, la Estrella de Puebla y ya. Pero me sorprendió mucho, es más bonita de los que pensaba. Hay universidades, ahí está el nuevo Museo Internacional del Barroco, un centro comercial enorme y el Parque lineal, una ruta de 4.5 kilómetros para peatones y ciclistas que conecta varios puntos.

Estrella de Puebla. Foto © Silvia Lucero
Estrella de Puebla. Foto © Silvia Lucero

Obviamente paseamos en la Estrella, la rueda movible más grande del mundo. Mide 80 metros de altura y cuenta con 54 góndolas. Hay góndolas VIP con piso de vidrio para que sea más emocionante la vista panorámica de la ciudad.

Con Manuel de la Oficina de Turismo, Fernando de Mexicoh Turismo Integral y Patrick. Foto © Silvia Lucero
Con Manuel de la Oficina de Turismo, Fernando de Mexicoh Turismo Integral y Patrick. Foto © Silvia Lucero


Puebla desde las alturas

Si no ha sido suficiente ver la belleza de la ciudad desde abajo, hay que verla desde las alturas. Ahora puedes pasear en el Teleférico de Puebla, ubicado en el área de los fuertes de Loreto y Guadalupe. Hace un recorrido de 688 metros, aproximadamente en 3 minutos. Mientras esperas se puede apreciar la obra de arte que hicieron en los techos de las casas, donde pintaron triángulos en azul y blanco, simulando la famosa Talavera de Puebla, siendo así el mural más grande de América Latina.

El mural representando a la Talavera de Puebla, es el más grande de América Latina. Foto © Patrick Mreyen
El mural representando a la Talavera de Puebla, es el más grande de América Latina. Foto © Patrick Mreyen
Teleférico de Puebla. Foto © Silvia Lucero
Teleférico de Puebla. Foto © Silvia Lucero

Otro punto bellísimo es el Mirador de la Mantarraya, un espacio público diseñado también por Enrique Norten y se encuentra cerca del Parque de los Fuertes. ¿Por qué Mantarraya? Porque es ondulado como el movimiento de una mantarraya en el agua.

Mirador de la Mantarraya. Foto © Patrick Mreyen
Mirador de la Mantarraya. Foto © Patrick Mreyen


Cholula, pueblo mágico

En realidad Puebla tiene nada más y nada menos que 9 pueblos mágicos, uno de ellos es Cholula. Una ciudad famosa por la Universidad de las Américas, por sus iglesias, conventos y sitio arqueológico.

Calle en Cholula. Foto © Silvia Lucero
Calle en Cholula. Foto © Silvia Lucero
El famoso Convento Franciscano de San Gabriel Arcángel. Foto © Patrick Mreyen
El famoso Convento Franciscano de San Gabriel Arcángel. Foto © Patrick Mreyen

Primero paramos en el Templo de Tonantzintla ¡qué maravilla! Cuando vi la Capilla del Rosario, juraba que era la más bonita que había visto en mi vida. Hasta que entré a este templo y olvidé todo lo que había dicho, fue mi favorito. Lamentablemente no dejan tomar fotos del interior, pero es una mezcla barroca de elementos indígenas y cristianos extraordinaria. Nunca había visto algo similar (por favor búscala en Google).

Templo de Tonantzintla. Foto © Silvia Lucero
Templo de Tonantzintla. Foto © Silvia Lucero

Después fuimos al Templo de San Francisco Acatepec, también bellísimo, con todos su mosaicos y Talavera, el barroco mexicano en todo su esplendor.

La impresionante fachada del Templo de Acatepec. Foto © Silvia Lucero
La impresionante fachada del Templo de Acatepec. Foto © Silvia Lucero

Al visitar la zona arqueológica, me hicieron vencer mis fobias y caminé por los pasillos en el interior de la Gran Pirámide. Vale la pena aguantarse la claustrofobia, porque es muy interesante ver los pasadizos y las escaleras (que ya no puedes subir) a través de un recorrido de 280 metros.

Caminando en el interior de la Gran Pirámide de Cholula. Foto © Silvia Lucero
Caminando en el interior de la Gran Pirámide de Cholula. Foto © Silvia Lucero

Después subimos a lo que parece ser un cerro, pero no, es la pirámide que está enterrada, solo que como solían hacer los españoles, en la cima se construyó el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Desde ahí se pueden admirar las vistas panorámicas de Puebla, Cholula y en un día claro, de los volcanes.

En la cima de la Gran Pirámide, el Santuario de . Foto © Silvia Lucero
En la cima de la Gran Pirámide, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Foto © Silvia Lucero


La gastronomía

¡Qué rico comimos en Puebla! Como tuvimos días llenos de actividades, no pudimos ir al mercado a comer cemitas, ni a probar el licor de Pasita (lo tengo pendiente para la próxima), pero sí comimos delicioso en lugares preciosos. Como soy fanática del mole, quise probar la mayor variedad posible.

Cerdo en mole amarillo en el restaurante Entre Tierras. Foto © Silvia Lucero
Cerdo en mole amarillo en el restaurante Entre Tierras. Foto © Silvia Lucero
Plato "Como agua para chocolate", codornices rellenas, bañadas en mole de piñón blanco y rosa, con chocolate blanco en el bello restaurante Ciudad Sagrada. Foto © Silvia Lucero
Plato “Como agua para chocolate”, codornices rellenas, bañadas en mole de piñón blanco y rosa, con chocolate blanco en el bello restaurante Ciudad Sagrada. Foto © Silvia Lucero
Restaurante Ciudad Sagrada en Cholula. Foto © Silvia Lucero
Restaurante Ciudad Sagrada en Cholula. Foto © Silvia Lucero
Excelente comida en La Noria. Foto © Patrick Mreyen
Pipián rojo con pierna de cordero en La Noria. Foto © Patrick Mreyen
El restaurante del hotel Royalty tiene vistas preciosas de la Catedral. Foto © Patrick Mreyen
El restaurante del hotel Royalty tiene vistas preciosas de la Catedral. Foto © Patrick Mreyen


La despedida del Popo

En nuestra estancia nos tocaron días de lluvia, ratos de sol, nublados, de todo menos un cielo totalmente despejado que nos permitiera ver los volcanes. Pero cuando íbamos de regreso a la Ciudad de México, de repente vimos el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, como si hubieran salido a despedirnos. Me emocionó mucho poderlos ver, aunque eso hizo más difícil despedirnos de Puebla.

Así de hermoso se veía el Popo. Foto © Silvia Lucero
Así de hermoso se veía el Popocatépetl. Foto © Silvia Lucero

Que puedo decir, Puebla me pareció hermosa, tradicional, cultural, moderna, internacional y sobre todo económica. Todas las atracciones turísticas cuestan entre 35 y 50 pesos y la mayoría son gratuitas para los poblanos. Es el destino soñado de todo buen viajero.

*Gracias a Turismo de Puebla por la organización de este FAM trip.

¿Quieres hacer un viaje de ensueño a la mágica Puebla? Escríbeme a silvia.lucero@tripdreaming.com

  • Mesón de la Sacristía, descansar en un ambiente lleno de arte : La trotamundos
    julio 11, 2016 at 5:52 am

    […] Otros artículos de interés: Puebla: barroca y cosmopolita […]

  • Amparo
    julio 7, 2016 at 10:43 am

    ¡Excelente reportaje! Definitivamente, Puebla tiene mucho que mostrar desde cualquier punto de vista. Yo también soy guía de turistas, y, definitivamente, Fernando es uno de los mejores. Gracias por promocionarnos de esta manera tan bella.

  • Patricia L. Fuentes
    julio 6, 2016 at 8:29 pm

    Gracias por este maravilloso viaje a la Puebla de mis amores. En verdad es una bellicima ciudad llena de magia y encanto que se disfruta tomada de la mano de nuestra gastronomia y lugares maravilloso.
    Regresa pronto.
    Abrazos enormes para ti.

  • Maria Esther Anderson
    julio 6, 2016 at 8:05 pm

    Silvia, que emocion. Me transportaste a mi hermosa Puebla de los Angeles. Para mi la ciudad mas hermosa del mundo. Que bonito esta tu reportaje y muchas gracias por mostrar Puebla al mundo.
    La proxima vez que vas no te olvides de probar los molotes, los tacos arabes, el mole poblano, los chiles en nogada cuando es la temporada y los deliciosos tacos arabes. Y hay miles de cosas mas. Los dulces tipicos tambien son deliciosos.
    Que chula es Puebla, que linda.

    Saludos cariñosos a ti y a Patrick.