El estado de Querétaro es uno de esos destinos que cada vez va tomando más auge en México, por su belleza, su gastronomía y sobre todo por sus vinos, que han impulsado el enoturismo en la región. Aunque nuestro viaje fue 100% gastronómico, también fue una ‘deliciosa’ oportunidad para conocer sus pueblos mágicos y la bella ciudad de Querétaro.
¿Qué comimos y bebimos que nos gustó tanto? Aquí te cuento todo, pero te advierto ¡te va a abrir el apetito!
La ciudad que me conquistó en horas
La ciudad de Querétaro me fascinó, tiene su parte colonial en el centro histórico y su área moderna. Las calles, los edificios y plazas son preciosos. Por supuesto también lo es su famoso Acueducto. Me pareció una ciudad muy colorida, con mucha historia y actividades culturales.
No voy a dar detalles de qué ver, porque no tuvimos mucho tiempo para hacer visitas turísticas, pero sí me gustaría recomendar un imperdible, el Museo Fundación Santiago Carbonell. Me enamoré de las obras de este artista, al que además tuvimos la suerte de conocer en un evento en su museo.
Comer en el IGES
Para empezar con el pie derecho y como el objetivo del viaje era conocer lugares para integrarlos en las nuevas rutas gastronómicas que ofreceremos en nuestra agencia Tripdreaming, visitamos el Instituto Gastronómico de Estudios Superiores (IGES), una escuela súper profesional que te recomiendo echarle un vistazo si estás buscando estudiar alguna licenciatura en gastronomía o algo similar. Pero si estás de visita en Querétaro, tienes que ir a comer a su restaurante, porque los estudiantes del último semestre hacen ahí sus prácticas.
Como es súper económico, es una buena oportunidad para probar diferentes platos y bebidas. Además el menú cambia cada semestre. La verdad me sorprendió bastante.
Otros dos lugares que me gustaron mucho fueron el restaurante Las Monjas, un lugar muy popular porque se especializa en comida queretana y la Hacienda Los Laureles, ideal para probar otras delicias mexicanas, tequilas y mezcales en un lugar bellísimo.
La comida de mercado ¡no puede faltar!
Como en toda ciudad, tienes que incluir una visita al mercado para experimentar los colores, olores y sabores de los productos locales. Nosotros comimos las típicas gorditas de migajas en el puesto de “El güero y Lupita” y estuvieron deliciosas.
Pueblos mágicos
Si vas a hacer la ruta del queso y vino, lo más recomendable es quedarse en alguno de los pueblos mágicos cercanos a los viñedos que son Bernal y Tequisquiapan. Aunque te hospedes en uno, tienes que ver los dos porque son preciosos.
Bernal es un pueblito muy pintoresco, tiene el tercer monolito más grande del mundo, la “Peña de Bernal”, que mide unos 300 metros de altura. El pueblo es pequeñito y muy fácil de recorrer. Tienes que ver El Castillo, el Templo de San Sebastián Mártir, comprar artesanías y si lo deseas hasta hacer ecoturismo.
Nosotros lo visitamos rápidamente y nos gusto mucho, es un lugar literalmente mágico, con todas sus construcciones pintadas de colores llamativos y sus calles empedradas.
En esta ocasión nos quedamos en Tequisquiapan, otro pueblo mágico precioso. Es más grande que Bernal y por lo mismo tiene más vida. Todo se desarrolla alrededor de la Plaza Miguel Hidalgo, donde está la parroquia de Santa María de la Asunción y está rodeada de muchos restaurantes y bares.
Ahí tuvimos una experiencia gastronómica increíble en un restaurante llamado K’puchinos, donde pedimos el menú de degustación de 9 platos con maridaje de vinos mexicanos. La cena fue deliciosa (y abundante), la opción ideal si deseas probar varias especialidades.
Queso, vino ¡y arte!
Como la ruta incluye queserías, nosotros fuimos a la mejor de la región, a la Quesería Neole. La visita está dividida en dos partes, empieza en la tienda de quesos y productos artesanales, donde puedes ver el proceso de elaboración de sus quesos.
La segunda parte es en una nueva cava, donde conservan los quesos. La cava es muy moderna, muy bonita con vistas al campo. Ahí te preparan una tabla de quesos acompañados de algunos productos de la zona y en nuestro caso elegimos hacer el maridaje con cerveza artesanal.
Para degustar vinos puedes ir a varias bodegas, entre las más concurridas están Finca Sala Vivé (Freixenet) y La Redonda, ambas enormes y muy bonitas. Una que me pareció muy sofisticada fue la Bodega De Cote, tiene un edificio muy bello.
Ese día fuimos invitados a la inauguración de la ruta que también integra arte. El evento se realizó en la bodega La Redonda, donde se inauguró una exposición de fotografía y pintura de artistas queretanos, que rotará en diferentes bodegas.
De lo que alcancé a conocer, Querétaro me pareció hermoso, cultural, divertido, asequible y delicioso. El destino perfecto para los amantes del vino y los viajeros con buen diente como yo.
¿Dónde dormir?
Querétaro
La Casa del Atrio
Allende Sur 15, Centro Histórico, Querétaro
Tipo de hotel: Un boutique hotel hermoso, con un diseño muy particular, ya que es también tienda de antigüedades. Es como hospedarte en una casa antigua. Las habitaciones son muy amplias, el desayuno se sirve en el patio y es delicioso. Magnífico servicio.
Tequisquiapan
La Casona Tequisquiapan Hotel & Spa
Antiguo Camino Al Sauz 55, Grande, Tequisquiapan
Tipo de hotel: Estilo mexicano, con ambiente familiar, habitaciones muy amplias, piscina y sobre todo un excelente servicio.
La Casona en Tequisquiapan: muy mexicano y con ambiente familiar : La trotamundos
agosto 2, 2016 at 4:50 pm[…] al Pueblo Mágico de Tequisquiapan en el estado de Querétaro, es adentrarse a un lugar lleno de folclor, tradición, delicias gastronómicas y buenos vinos. Es […]
Qué hacer en Napa Valley : La trotamundos
julio 29, 2016 at 7:34 am[…] Rutas de vino en España En bicicleta por los viñedos de Marlborough De vinos por Mendoza Más allá de la ruta del queso y vino en Querétaro […]