En nuestro último recorrido por varios estados del centro de México, visitamos el Rancho Las Cascadas, donde vivimos una experiencia de lujo en un resort diseñado para los amantes de los caballos y que buscan unas vacaciones llenas de tranquilidad.
El rancho está ubicado en el Estado de México y aunque cuando estás ahí te da la impresión de estar en el medio de la nada, queda muy cerca de sitios turísticos súper famosos como la zona arqueológica de Tula, Teotihuacan, Querétaro, San Miguel de Allende o de la misma Ciudad de México, que fue a donde volamos Patrick y yo.
Un hotel boutique precioso, decorado estilo mexicano por su dueña Úrsula, que aunque es de Suiza, conoce muy bien el país y al hablar con ella te das cuenta del cariño que le tiene a México.
Hay habitaciones que son como pequeñas casitas, con porche, muy acogedoras; así como una zona llamada “el pueblito”, donde están agrupados el resto de los cuartos. Todos muy amplios, cada uno con decoración temática, diseñado para que el huésped se relaje.
Las caballerizas tienen entre 35 y 40 caballos, que son en los que puedes salir a pasear. Lamentablemente yo no pude montar a caballo por una lesión de cuello, pero otras viajeras de Texas que conocimos ahí y que son clientes habituales, nos contaron que es el rancho que tiene los mejores caballos del país.
Yo no sé nada de caballos, pero una de las turistas, además de tener caballos en su propio rancho en Texas, viaja alrededor del mundo siguiendo su pasión que es cabalgar en diferentes países. Así que sabe de lo que habla.
Me llamó la atención que todos tomaron las excursiones a caballo en la mañana y en la tarde y según nos dijeron, lo hacen a diario durante su estancia. En los paseos pasan por pueblitos y como hay mucho campo, pueden correr con los caballos libremente y en ocasiones les preparan algún pícnic sorpresa. Me gustó que en el rancho les organizan todo para que cada experiencia sea única y súper personalizada.
A lo que sí nos dedicamos fue a disfrutar de las instalaciones porque tiene una piscina infinitum preciosa y un jacuzzi con vista a la cascada. Ahí pasamos el día relajándonos en medio de la naturaleza.
Me gustó mucho que fomentan el que los huéspedes convivan, ya que hay horas específicas para las comidas y se comparte la mesa. Cada comida se sirve en diferente comedor, el desayuno es en un porche cubierto, la comida bajo la sombra de un árbol precioso y la cena en un comedor más formal (con mucho vino).
El rancho es un resort ‘todo incluido’, así que tienes barra libre a tu disposición, hay mesa de billar y una sala muy amplia con libros y revistas, donde nosotros nos relajamos con unas copas de vino.
Si no te hospedas ahí, también puedes visitarlo durante el día y disfrutar de las instalaciones, de hecho nos tocó un grupo de azafatas de una aerolínea europea, que iba solo para la excursión a caballo y aprovechar el día en la piscina. Obviamente también organizan tours a las atracciones que tienen cerca.
Pero si buscas escaparte a un lugar diferente, a disfrutar de la naturaleza, a relajarte y sobre todo si te gustan los caballos, entonces tienes que vivir la experiencia completa en el Rancho Las Cascadas, donde también se ofrece un servicio excepcional.
*Muchas gracias al resort Rancho Las Cascadas por su amable hospitalidad.
¿Quieres vivir esta experiencia? Si deseas que organice tu viaje escríbeme a silvia.lucero@tripdreaming.com.
Mansión San Miguel, un rincón lleno de magia : La trotamundos
octubre 14, 2016 at 10:06 am[…] pocas habitaciones con un estilo único. Al llegar nos recibió Úrsula, la misma propietaria del Rancho Las Cascadas y sus dos perritos que me encantaron. En un principio por fuera solo vimos una casa colonial muy […]
Maria Esther Anderson
junio 17, 2016 at 3:41 pmMuchas gracias por dar a conocer este lugar maravilloso. Se ve muy bonito y estara ahora en mi “bucket list”.
Mi admiracion y mi cariño para ti y para Patick.