La primera vez que fui a Europa fue en un tour que incluía muchos países, vimos mucho, pero vivimos pocas experiencias. Bueno, para ser más justa en esa época tampoco estaba tan de moda el viajar y vivir esas “experiencias únicas y locales”. Si no hubiera sido porque regresé después a muchos de esos lugares, yo creo que no recordaría gran parte de mi viaje.
De ahí surge la pregunta: ¿qué opción es mejor incluir muchas ciudades o países y verlos deprisa o sólo uno o pocos y conocerlos de manera más profunda?
“Ya estuve ahí”
El viajar no sólo implica pisar un territorio, verlo dos horas, tomarte una foto y decir “ya estuve ahí”. A menos que sólo te interese contar en cuántos lugares has estado. Pero en realidad ¿cuántos lugares has vivido, cuántos realmente disfrutaste y de cuántos te acuerdas?
Me ha pasado en muchas ocasiones que al conversar con otros viajeros me dicen “no me gustó tal lugar, sólo estuve un día, pero no volvería” y ya descartan el país por completo, generalizan sin ni siquiera haberlo explorado realmente.
Sólo por dar un ejemplo, el principal error que se comete al viajar a Italia, es pensar que con medio día tienes para ver Florencia, “está chiquita, la ves en pocas horas”… ¡Florencia, la ciudad Dante Alighieri, de Miguel Ángel, de Maquiavelo, de los Medici…! En tres meses y medio no alcancé a conocerla toda, imagínate qué puedes hacer con sólo unas horas, si son las que seguro vas a pasar en la fila para entrar a ver el famoso David.
Esas experiencias locales…
El viajar es también adentrarte a la cultura local, el hablar con la gente, el degustar los platos típicos, el tomarte una cerveza y brindar en otro idioma con el desconocido que tienes al lado, con el que ya iniciaste una conversación y ya te empezó a dar recomendaciones, porque esa es su ciudad.
En fin, cada viajero es diferente y lo más importante es mantener viva esa curiosidad por ver el mundo. Yo simplemente voy en una carretera, reflexionando, escribiendo y pensando de qué lugares me olvidé ya.