Estados Unidos

Guía para recorrer el Glacier National Park

septiembre 28, 2015

Si tuviera que elegir un parque nacional, éste estaría sin duda en los primeros lugares de mi lista. El Parque Nacional los Glaciares en Montana, es un enorme territorio que hace frontera con Canadá (Waterton Lakes) lleno de montañas, glaciares, bosques y lagos, ubicado al lado de la Reserva Indígena Blackfeet.

Como todos los parques, puedes hacer muchas actividades al aire libre, si dispones de tiempo, ha de ser precioso hacer senderismo en este lugar, con más de 1,130 km de senderos, ya te podrás imaginar todo lo que puedes ver. Pero como nosotros lamentablemente solo teníamos dos noches y un día para disfrutar del parque, tuvimos que elegir ciertos puntos y recorrerlo en nuestro propio coche. ¿Qué elegimos?

Going-to-the-Sun Road
Si visitas este parque, tienes que conducir por su ruta más famosa, que recorre un trayecto de 80 kilómetros en los que vas pasando por paisajes majestuosos. Así que calcula pasar algunas horas en ese camino, porque te detendrás bastante a tomar fotografías y a admirar los paisajes de película.

Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen
Paisajes de Glacier National Park. Foto © Patrick Mreyen

Many Glacier
Nos desviamos un poco para ver Many Glacier, pero vale totalmente la pena. Yo creo que este es uno de los puntos más hermosos, por sus montañas, sus lagos cristalinos y porque aún puedes ver los glaciares y digo aún porque lamentablemente los científicos calculan que para el 2030 habrán desaparecido.

Many Glacier. Foto © Patrick Mreyen
Many Glacier. Foto © Patrick Mreyen

Aquí pudimos ver cuatro osos negros (de lejos) y un águila. Los osos los vimos porque llegamos al centro para visitantes y otro viajero nos indicó donde andaban algunos osos esa mañana. Manejamos y fue fácil encontrarlos, ya que había varios autos parados en la carretera observándolos, desde muy lejos (mejor porque me hubiera dado miedo verlos de cerca).

Uno de los osos que alcanzamos a ver. Foto © Patrick Mreyen
Uno de los osos que alcanzamos a ver. Foto © Patrick Mreyen
Precioso águila de cabeza blanca. © Patrick Mreyen
Precioso águila de cabeza blanca. © Patrick Mreyen

Logan Pass
El punto más alto del camino Going-to-the- Sun Road. Pasamos por aquí con la esperanza de ver algunos de los animales más famosos del parque, como el oso grizzly (pero al igual que en Yellowstone no vimos ni uno). Lo que sí alcanzamos a ver, también de lejos, fueron algunas cabras blancas o de las Rocosas.

Logan Pass. Foto © Patrick Mreyen
Logan Pass. Foto © Patrick Mreyen
¿Alcanzas a ver la cabra? Foto © Patrick Mreyen
¿Alcanzas a ver la cabra? Foto © Patrick Mreyen

Lago McDonald
En este hermoso lago paramos a comer, hicimos un picnic muy sencillo, pero teníamos las mejores vistas, que ni el mejor restaurante del mundo nos hubiera podido ofrecer. Este también fue de mis lugares favoritos, hubiera podido pasar horas ahí y me hubiera encantado hacer kayak.

Comiendo frente al lago. Foto © Patrick Mreyen
Comiendo frente al lago. Foto © Patrick Mreyen
Nuestras vistas mientras comíamos en el Lago McDonald. Foto © Silvia Lucero
Nuestras vistas mientras comíamos en el Lago McDonald. Foto © Silvia Lucero

Two Medicine
Como la última noche nos hospedamos del otro lado del parque, terminamos el día en Two Medicine, muy bonito también con sus pinos, el lago y las montañas al fondo.

Two Medicine. Foto © Patrick Mreyen
Two Medicine. Foto © Patrick Mreyen

Hoteles increíbles
En este parque parece que andas en Austria. Fácilmente hubiera podido pasar una semana ahí disfrutando de las maravillas de la naturaleza y de la comodidad de los hoteles. Nos hospedaron en dos, para poder conocer distintos puntos del parque.

St. Mary Lodge
La primera noche dormimos en este hotel precioso, súper acogedor y con un excelente servicio. Nuestra habitación era súper cómoda y tenía unas vistas bellísimas hacia las montañas y a un pequeño arroyo que podías escuchar si salías al balcón. Súper relajante.

Nuestra habitación. Foto © Patrick Mreyen
Nuestra habitación. Foto © Patrick Mreyen
Vistas desde nuestro balcón. Foto © Patrick Mreyen
Vistas desde nuestro balcón. Foto © Patrick Mreyen

Decidimos cenar en el bar porque el ambiente era más acogedor. Cuando vi la chimenea pensé en un principio ponerme a escribir mis artículos desde ahí, pero afortunadamente como es un lugar tan remoto, tenían muy mala señal de Internet, mejor aún porque pude relajarme y disfrutar la noche. Creo que estoy exagerando un poco, la verdad sí sufrí un poquito a principio, porque me encanta sentarme a escribir para compartir todas estas experiencias en mi blog.

Bar del hotel. Foto © Silvia Lucero
Bar del hotel. Foto © Silvia Lucero

Por suerte, ahí se encontraba el astrónomo del parque, que nos invitó a sentarnos con él y compartió muchas historias y fotografías preciosas con nosotros. Esa noche estaba muy nublado, sino nos hubiera explicado ahí mismo las constelaciones y tal vez hasta hubiéramos visto alguna aurora boreal ¡si hubiéramos llegado dos días antes hubiéramos podido verlas!

Glacier Park Lodge
La segunda noche nos quedamos en el pueblo de East Glacier Park en este hotel enorme. En cuanto entré me acordé de la película ‘El Resplandor’, pero no en el mal sentido, al contrario, lo digo porque como habrás notado me encanta el cine y siempre estoy comparando todo con películas. En realidad el ‘Overlook Hotel’ del filme, se grabó en diferentes lugares (no tuvo nada que ver con este hotel), pero como algunas escenas exteriores de la película son de Glacier National Park, por eso me vino a la mente el hotel.

Lobby del hotel. Foto © Patrick Mreyen
Lobby del hotel. Foto © Patrick Mreyen

Pero bueno, volviendo al tema del hospedaje, el hotel fue de los pioneros de la zona, construido en 1913. El lobby es impresionante porque está hecho con troncos inmensos de pinos de Oregon. Aquí las habitaciones son un poco más antiguas, pero aún así vale la pena quedarse en este hotel clásico. Si no te hospedas ahí, no dejes de visitarlo y tal vez hasta tomar un tour por las instalaciones.

Área de descanso. Foto © Patrick Mreyen
Área de descanso. Foto © Patrick Mreyen
Glacier Park Lodge. Foto © Patrick Mreyen
Glacier Park Lodge. Foto © Patrick Mreyen

¿Qué comer y beber?
No dejes de beber la cerveza artesanal de Montana porque es deliciosa, en especial la Salmon Fly Honey Rye de la cervecería Madison River de Belgrade, Montana. Probamos muchas, pero ésta fue mi favorita.

Mi cerveza favorita del viaje. Foto © Silvia Lucero
Mi cerveza favorita del viaje. Foto © Silvia Lucero

No te puedes ir de Glacier National Park sin probar una de sus dulces especialidades, el ‘huckleberry pie’ (pastel de arándanos). Ya verás que venden una amplia variedad de productos con este fruto, pero el pastel es algo imperdible.

El típico 'huckleberry pie' o pastel de arándanos. Foto © Silvia Lucero
El típico ‘huckleberry pie’ o pastel de arándanos. Foto © Silvia Lucero

¿Cuándo ir?
Los meses de verano o a inicios de septiembre. Nosotros fuimos a mediados de septiembre y ya encontramos restaurantes cerrados por la temporada o algunos seguían abiertos pero ya no estaban surtiendo productos porque estaban a punto de cerrar, así que el menú era más limitado. Son lugares donde los inviernos son durísimos y en esa temporada cierran todo.

En verdad si eres amante de la naturaleza y quieres vivir una experiencia diferente, no dejes de visitar Montana en tu próximo viaje a Estados Unidos.

*Gracias a Glacier Country Tourism por su amable hospitalidad y por apoyarnos con nuestro hospedaje en este hermoso recorrido.

Te invito a seguir este recorrido con el hashtag #tripdreamingusa.

Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen

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Para cuestiones editoriales escríbeme a silvia.lucero@latrotamundos.com.