Si pensabas que el último barco en el que viajaste fue el más asombroso que habías visto en tu vida, espera a estar frente al Vasa, un estupendo barco de madera del siglo XVII que logró sobrevivir después de estar sumergido durante siglos. ¿Quieres conocerlo?
Me imagino que a los que hayan ido al Museo Vasa les habrá sucedido lo mismo. Primero lees en tu guía de viajes que es un punto imperdible en Estocolmo, OK, crees que sólo durarás algunos minutos viéndolo y tendrás el resto de la tarde para seguir descubriendo esa maravillosa ciudad. Pero oh sorpresa, entras y ves esa embarcación enorme, espectacular y mientras sigues con la boca abierta, te das cuenta que necesitarás algunas horas.
Su trágica historia
El Vasa fue construido en el siglo XVII con la intención de que fuera un barco de guerra. Una obra de arte, con cientos de detalles y esculturas talladas en madera. Era inmenso, imponente, con un peso de 1200 toneladas, unos 52 metros de altura, 69 metros de largo y con 64 cañones a bordo.
Cuatrocientas personas, entre carpinteros, escultores, veleros, herreros, etc., trabajaron durante dos años en la construcción de este barco, bajo la orden del rey Gustavo Adolfo II, de la casa Vasa. Sin embargo a pesar de su grandeza, no contó con mucha suerte.
El día que zarpó el 10 de agosto de 1628 con 200 tripulantes a bordo, sólo logró navegar 300 metros y se hundió dejando un saldo de 30 muertos. Y ahí permaneció bajo el mar por más de tres siglos.
Fue hasta 1956 que el investigador Anders Franzén, quien buscaba embarcaciones hundidas en el mar Báltico, dio con el Vasa. Aunque tardaron algunos años en preparar el rescate, en 1961 lograron sacarlo a flote de nuevo. Se recuperó la embarcación, objetos, esculturas y algunos esqueletos de los tripulantes ahogados.
Lo más impresionante es que ahora puedes ver una reconstrucción que se asemeja en un 98% a su estructura original. Pero no sólo se trata de ver el navío, el museo en sí es muy grande, con varios pisos con exposiciones relacionadas al buque y a su trágico destino. También debes caminar por todos los niveles, para que lo puedas admirar desde diferentes ángulos. Un museo especialmente construido para albergar al Vasa.
Si me preguntas si en verdad no debes perderte el Museo Vasa si visitas Estocolmo, por experiencia propia, te diré que éste es uno de los museos más interesantes de la ciudad y que solamente por ver ese barco, vale totalmente la pena.
Dónde: Museo Vasa en Galärvarvsvägen 14, 115 21 Estocolmo, Suecia
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