Croacia

10 razones para viajar a Croacia en tus próximas vacaciones

mayo 26, 2015

Si este verano te has propuesto viajar a un país impresionante, donde puedas disfrutar del sol, bañarte en playas con aguas cristalinas, comer delicioso y al mismo tiempo descubrir ciudades maravillosas, ve más allá de lo clásico y viaja a Croacia, te aseguro que te va a sorprender.

Croacia era parte de la antigua Yugoslavia y hoy en día resulta casi imposible imaginarse que este país hubiera sido devastado por la guerra hace apenas unos años. Hoy es un destino con gran oferta turística y que te recomiendo recorrer de punta a punta de preferencia en coche.

Si aún no te has convencido de ir allá en tus próximas vacaciones, aquí tienes 10 motivos para hacerlo ya:

1. Sus islas paradisíacas y playas

Ir a Croacia y no disfrutar de sus playas con las aguas cristalinas del mar Adriático, es como haber hecho un viaje incompleto. Lo más famoso de Croacia son sus islas maravillosas, que puedes visitar viajando en ferry, que por lo general tomas en Split. Son demasiadas islas y seguramente todas son preciosas, pero tienes que elegir las que mejor se adapten a tu plan de viaje, sobre todo por los horarios de los ferries. Nosotros visitamos las siguientes:

Isla de Vis

La más encantadora de todas, con sus colinas, viñedos, pueblos de pescadores y playas sorprendentes. Tiene muchas playas y calas, pero sin duda la más bella es la de Stiniva, aunque hay que descender (y subir) a pie por un camino empinado -a menos que llegues en bote-, vale totalmente la pena el esfuerzo.

La playa de Stiniva es la más impresionante de la isla de Vis. Foto © Patrick Mreyen
La playa de Stiniva es la más impresionante de la isla de Vis. Foto © Patrick Mreyen

En Vis hay dos pueblos, Vis y Komiza, los dos muy bellos, pero si prefieres un ambiente “más local”, te recomiendo quedarte en Komiza en alguna casa de huéspedes o B&B. Caminar por sus calles angostas y disfrutar la cultura del ‘slow food’ en sus restaurantes, lo hacen un destino totalmente relajante, donde se respira tranquilidad absoluta.

Komiza en la isla de Vis. Foto © Patrick Mreyen
Komiza en la isla de Vis. Foto © Patrick Mreyen
En Vis todo es tranquilidad. Foto © Patrick Mreyen
En Vis todo es tranquilidad. Foto © Patrick Mreyen

Isla de Hvar

Esta isla es más popular para los turistas adinerados y famosos. Inmediatamente te das cuenta al ver los yates anclados y los bares con más ambiente nocturno.

Hvar, la favorita de ricos y famosos. Foto © Silvia Lucero
Hvar, la favorita de ricos y famosos. Foto © Silvia Lucero

Una de las atracciones turísticas más importantes es la Fortaleza Española, la cual te recomiendo visitar, sobre todo si quieres disfrutar de las mejores vistas de la isla.

Hvar. Foto © Patrick Mreyen
Hvar. Foto © Patrick Mreyen
Vistas de Hvar desde la Fortaleza Española. Foto © Patrick Mreyen
Vistas de Hvar desde la Fortaleza Española. Foto © Patrick Mreyen

Isla de Brac

Una de las más famosas de Croacia, porque en Bol se encuentra la playa Zlatni Rat (que significa Cuerno de Oro), que como ya te imaginas tiene una forma muy peculiar. Aunque el famoso “cuerno” cambia de posición según la marea.

Bosque en la playa de Bol. Foto © Silvia Lucero
Bosque en la playa de Bol. Foto © Silvia Lucero

Este lugar es fascinante, si tienes tiempo, puedes subir al monte Vidova Gora, para admirar desde arriba los contrastes de la vegetación, Zlatni Rat y el agua color turquesa.

La famosa playa de Zlatni Rat. Foto © Patrick Mreyen
La famosa playa de Zlatni Rat. Foto © Patrick Mreyen
El cuerno cambia según la marea. Foto © Silvia Lucero
El ‘cuerno’ cambia según la marea. Foto © Silvia Lucero

Isla de Mljet

Puedes visitar esta isla desde Dubrovnic, como es pequeñita, con sólo unas horas tienes más que suficiente para disfrutarla. Su nombre (miel) se debe a que los griegos en la antigüedad la llamaban ‘Melita’. Es perfecta para caminarla por su abundante fauna y cuando te de calor, echarte un clavado a uno de sus lagos. También puedes visitar un monasterio y su iglesia.

Isla de Melita. Foto © Silvia Lucero
Lago en la isla de Mljet. Foto © Silvia Lucero

2. Dubrovnik y su ciudad amurallada

La ‘joya del Adriático’, se ha ganado a pulso su sobrenombre porque es espectacular. Nada más cruzar las puertas de la ciudad amurallada, no puedes dejar de impresionarte conforme te adentras a esta ciudad medieval.

Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero
Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero
De noche Dubrovnik es una ciudad súper romántica. Foto © Patrick Mreyen
De noche Dubrovnik es una ciudad súper romántica. Foto © Patrick Mreyen
Bar en Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero
Bar en Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero

Con sus pisos de mármol, construcciones de piedra y callejones encantadores, debes caminar por sus murallas y admirar los tejados rojos o sentarte en un bar y lanzarte al mar a disfrutar el agua fresca.

Vistas desde la muralla en Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero
Vistas desde la muralla en Dubrovnik. Foto © Silvia Lucero


3. Disfrutar su gastronomía y la cultura del ‘slow food’

Si algo tienen los países mediterráneos es calidad en sus productos, producen excelente aceite oliva, vinagre y por supuesto vinos. Croacia no se queda atrás y como aún no es muy común ir al supermercado y comprar aceite de oliva de Croacia o encontrar fácilmente algún vino de ese país, pues no queda más que aprovechar una vez que estás ahí.

La comida es excelente, sobre todo el pescado. Foto © Silvia Lucero
La comida es excelente, sobre todo el pescado. Foto © Silvia Lucero

Lo que me encantó es que aún hay partes que no están tan saturadas por los turistas. Si estás recorriendo Croacia en auto, puedes pararte en alguna casa que anuncie venta artesanal y comprar sus productos, nosotros así lo hicimos y eran ¡excelentes!

Según Patrick éstos son los mejores calamares que ha comido en su vida. Foto © Patrick Mreyen
Según Patrick éstos son los mejores calamares que ha comido en su vida. Foto © Patrick Mreyen
El burek era delicioso, nuestro desayuno cada mañana. Foto © Silvia Lucero
El burek era delicioso, nuestro desayuno cada mañana. Foto © Silvia Lucero
Comprando aceite de oliva en una casa. Foto © Silvia Lucero
Comprando aceite de oliva en una casa. Foto © Silvia Lucero


4. Pasear en sus parques nacionales

Aunque resulta fácil pasar los días entre playas, tienes que hacer algunas excursiones y visitar al menos algunos de sus parques más importantes.

Parque Nacional de los Lagos de Plitvice

No te vas a arrepentir de recorrer este parque declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Caminando entre senderos puedes admirar los 16 lagos con agua color verde y azul turquesa, así como decenas de cascadas.

Parque Nacional Lagos de . Foto © Patrick Mreyen
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Foto © Patrick Mreyen

Cascadas de Krka
Otro lugar deslumbrante con cascadas kársticas. Puedes pasear por el parque para ver las cascadas y nadar en el lago que se forma con la caída del agua. Una experiencia única para los amantes de la naturaleza.

Cascadas de Krka. Foto © Silvia Lucero
Cascadas de Krka. Foto © Silvia Lucero


5. Deslumbrarte con la Cueva Azul

Para llegar a la Cueva Azul (Modra Spilja) es necesario tomar un bote en la isla de Vis a Bisevo; de ahí te transportan en lancha de motor hacia la cueva. El ingreso a ella es a través de una entrada pequeña y lo que la hace diferente es que cuando los rayos de sol se reflejan en el agua entran por un hueco, creando ese efecto de luz azul fluorescente.

Cueva Azul. Foto © Patrick Mreyen
Cueva Azul. Foto © Patrick Mreyen


6. Viajar en el tiempo en Split

La ventaja de tomar los ferries a las islas es que tienes que ir varias veces a Split, la mejor excusa para ver una y otra vez esta ciudad que es una maravilla. Si puedes quédate al menos una noche para que la recorras de día y de noche, porque es como si hubieras viajado en el tiempo. Una ciudad con ruinas romanas muy bien preservadas. La prueba perfecta es el impresionante Palacio de Diocleciano.

La hermosa ciudad de Split. Foto © Patrick Mreyen
La hermosa ciudad de Split. Foto © Patrick Mreyen

7. Visitar su capital: Zagreb

La capital de Croacia está dividida en alta y baja, llamadas Gradec y Kaptol. Tiene muchos lugares interesantes, pero probablemente el edificio más emblemático es la Iglesia de San Marcos con su techo tapizado de mosaicos de colores y dos escudos que representan el reino antiguo de Croacia y el de armas de la ciudad.

Iglesia de San Marcos en Zagreb. Foto © Patrick Mreyen
Iglesia de San Marcos en Zagreb. Foto © Patrick Mreyen


8. Escuchar el ‘Órgano de Mar’ y caminar sobre el ‘Saludo al Sol’ en Zadar

A Zadar llegamos sin muchas expectativas, pero nos sorprendió bastante, no tiene el esplendor de Dubrovnik o de Split, pero si estás de paso vale la pena conocerla, sobre todo por sus dos atracciones turísticas bastante peculiares.

El Órgano de Mar, consiste en unos orificios en el piso al lado del mar, que con las olas produce sonidos como si fuese música marítima. En ese mismo lugar encuentras el Saludo al Sol, un círculo inmenso de 22 metros de diámetro, creado con 300 placas de vidrio, ahí se representa el Sistema Solar. Es iluminado con energía solar y en las noches es un espectáculo de luces que cambia de colores y formas.

Saludo al Sol en Zadar. Foto © Silvia Lucero
Saludo al Sol en Zadar. Foto © Silvia Lucero


9. Comer los ostiones de Ston

Ston amerita una visita obligatoria para recorrer la Gran Muralla de 5.5 kilómetros de largo y obtener vistas del pueblo que es encantador. Después sentarte a deleitar el paladar con un plato enorme de sus famosos ostiones (sin exagerar los mejores que he comido) y mejillones.

Los deliciosos ostiones de Ston. Foto © Silvia Lucero
Los deliciosos ostiones de Ston. Foto © Silvia Lucero

10. Descubrir Trogir

Pequeñita, pero muy hermosa, otra ciudad que se esconde detrás de las murallas medievales, con un centro histórico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En medio día la puedes recorrer, sin perderte la Catedral de San Lorenzo y la Torre del Reloj.

Torre del Reloj. Foto © Patrick Mreyen
Torre del Reloj. Foto © Patrick Mreyen

Recomendaciones para tu viaje:

¿En qué época ir? Definitivamente en verano o en meses cálidos para que puedas disfrutar de sus playas, ya que el agua es súper helada, pero deliciosamente refrescante.

¿Cuántos días? Yo te recomiendo mínimo dos semanas. Planea bien la visita a las islas, sobre todo por los horarios de los ferries.

¿Es caro o barato? No es un país barato, pero tienes opciones para todo, simplemente es cuestión de que planees bien tu viaje y busques aquello que se ajuste a tu presupuesto.

¡Ah! Y cuando encuentres la enorme estatua de San Gregorio (te doy una pista, es en Split) sóbale el pie, porque según la leyenda todo el que lo hace regresará y te aseguro que después de haber visitado este país, te quedarás con ganas de volver.

San Gregorio (Grgur Ninski). Foto © Silvia Lucero
San Gregorio (Grgur Ninski). Foto © Silvia Lucero

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