Cuando me preguntan cuál me ha parecido la ciudad más bonita de Europa, es imposible dar una respuesta. Para muchos es Praga, para otros París, pero en realidad cada ciudad tiene su encanto y mucho depende también de la experiencia de viaje que hayas tenido en ellas. Pero lo que sí puedo asegurar es que Edimburgo está entre las más hermosas que he visto en mi vida.
Una ciudad gris pero llena de historia, de misterio, de rincones fascinantes que te va a conquistar en cuanto pongas un pie en ella. Si eres fan de las películas de Harry Potter, sentirás que vas rumbo a Hogwarts, porque J.K. Rowling se inspiró en esta ciudad para su historia y basta con caminar por sus calles para darse cuenta.
¿Qué hacer si tienes la suerte de visitarla?
Caminar la Royal Mile
Esta sin duda sí es la calle más bonita de Europa. A mí me sorprendió porque no la esperaba tan elegante y majestuosa. Es la más famosa de Edimburgo, va del castillo hasta el palacio Holyroodhouse y caminarla es una maravilla porque vas descubriendo sus callejones y edificios históricos.
En esta calle vas a encontrar varias de las atracciones turísticas más famosas de la ciudad como el castillo, la Catedral de St. Giles, el Scotch Whisky Experience (donde puedes aprender todo sobre el mundo del whisky desde su elaboración hasta realizar una cata), el tenebroso callejón de Mary King’s Close, etc.
Visitar el Castillo de Edimburgo
Si empezaras a recorrer la Royal Mile desde el oeste empezarías en este castillo, que tiene una ubicación estratégica en la colina Castle Hill. Situado en una fortaleza, fue objeto de lucha por el control entre Escocia e Inglaterra durante la Guerra de Independencia.
Ésta es una de las atracciones turísticas más visitadas de Escocia, se necesitan horas para recorrerlo y ver las habitaciones, el Gran Salón, la capilla de St. Margaret (la más antigua de la ciudad), el Museo de la Guerra, las Joyas de la Corona, la representación sobre cómo vivían los prisioneros de guerra y otras áreas súper interesantes del castillo.
Calle Victoria
Esta calle con sus locales comerciales pintados de colores vibrantes es muy pintoresca. La calle Victoria es una curva en pendiente y en el siglo XIX, era la única vía de acceso al castillo y al Lawnmarket (la parte más antigua del centro histórico u Old Town). Es una sorpresa muy agradable a la vista, el caminar entre los edificios grises y de repente ver sobresalir todas estas fachadas de colores.
Tomarte un whisky en The Bow Bar
En la calle Victoria se encuentra The Bow Bar, un pequeño bar muy acogedor y muy popular entre los edimburgueses. Ahí encuentras una buena variedad de cervezas de barril, las cuales son servidas de los dispensadores tradicionales de Escocia. Pero sobre todo es famoso por el whisky, ya que ofrece más de 200 whiskies de malta escocés. Nosotros obviamente hicimos ahí nuestra degustación.
Caminar por el parque Princes Street Gardens
Está entre la parte antigua y la nueva de la ciudad. Lo mejor de este parque es que tienes vistas preciosas del castillo, que se impone enclavado en la colina. En un rincón de este jardín, se encuentra el reloj gigante hecho con más de 30,000 flores, que cada año conmemora una ocasión especial. Fue creado en 1903 y no es sólo decorativo, también cumple su función y te da la hora exacta.
Royal Yacht Britannia
Anclado en un puerto con un enorme centro comercial, la visita a este barco histórico resulta verdaderamente interesante, ya que fue el barco de la familia real por más de 44 años. La reina viajó en él a numerosas visitas de estado, en él también viajaron el príncipe Carlos y la princesa Diana en su luna de miel.
A bordo y con audioguía puedes recorrer la embarcación, ver las habitaciones, las áreas de recreo, el gran comedor utilizado para las cenas de gala, así como la vida que llevaban también los empleados del yate. Además el barco estaba condicionado para servir también como hospital en tiempos de guerra. Vale totalmente la pena la visita.
Rosslyn Chapel
Aunque está a pocos kilómetros de Edimburgo, no dejes de visitarla porque es impresionante. Fue construida en el siglo XV y sirvió de inspiración al escritor Dan Brown para su novela El Código Da Vinci.
Tras la Reforma de Escocia, estuvo prohibido su uso por varios siglos, hasta que en 1842 la reina Victoria la visitó y decidió abrirla de nuevo, veinte años más tarde se abrieron de nuevo las misas públicas. Llena de mitos, supuestos códigos secretos y relacionada a la masonería, te va a fascinar.
Si quieres leer más sobre esta capilla te recomiendo este artículo que escribí anteriormente La Capilla Rosslyn: una mezcla de misterio y encanto.
¿Edimburgo es la más hermosa de Europa? No lo sé, pero al menos yo la colocaría dentro de mis cinco favoritas. Alguien me dijo en una ocasión, que si viajaba a Escocia visitara primero Glasgow y luego Edimburgo porque al ver la belleza de la segunda, ya no me gustaría la primera. Tampoco creo que sea cierto, cada una tiene lo suyo y de hecho me pareció más divertida Glasgow, pero de ella ya escribiré en otra ocasión.
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Glasgow, demasiado cool : La trotamundos
febrero 26, 2016 at 5:57 pm[…] Edimburgo ¿la ciudad más bella de Europa? La Capilla Rosslyn: una mezcla de misterio y encanto […]