Namibia

Viaje a Sossusvlei: las dunas rojas de Namibia

febrero 6, 2015

Hay paisajes encantadores que debemos incluir en nuestro itinerario cuando estamos de viaje, pero hay otros por los que merece la pena organizar todo un viaje solo para verlos en persona, como es el caso de las dunas de Sossusvlei en Namibia.

Cuando decidimos viajar a Namibia fue principalmente para ver las enormes dunas rojizas de este asombroso desierto. El viaje fue largo y un poco estresante, ya que decidimos recorrer el país en auto, algunos caminos están en muy malas condiciones y las distancias son muy largas. Llegaban a pasar horas en las que solamente veíamos cebras en la carretera, pero aún así seguimos nuestra aventura.

Cuando nos detuvimos a comer en un pueblito de pocas casas, corrieron estas chicas preciosas para que les tomara una foto. Foto © Silvia Lucero
Cuando nos detuvimos a comer en un pueblito de pocas casas, corrieron estas chicas preciosas para que les tomara una foto. Foto © Silvia Lucero

Al llegar al campamento en el Parque Nacional Namib-Naukluft, nos hospedamos en un lugar bellísimo en el medio del desierto, con bungalows de primera calidad y áreas comunes súper bonitas. Además se come delicioso en este tipo de campamentos, ya que las cenas son hechas por chefs con mucha experiencia internacional.

Una de las áreas comunes del campamento. Foto © Patrick Mreyen
Una de las áreas comunes del campamento. Foto © Patrick Mreyen

Cada bungalow tenía una terraza, que al estar en el medio de la nada, te permitía admirar el cielo súper estrellado. El interior del bungalow era súper romántico. Sin duda este viaje es ideal para hacerlo con tu pareja.

Exterior del bungalow. Foto © Silvia Lucero
Exterior del bungalow. Foto © Silvia Lucero
El interior de nuestro bungalow. Foto © Silvia Lucero
El interior de nuestro bungalow. Foto © Silvia Lucero
En nuestra terraza. Foto © Patrick Mreyen
En nuestra terraza. Foto © Patrick Mreyen

Al día siguiente salimos antes del amanecer en una excursión organizada por el mismo hotel hacia las dunas. Lo mejor de tomar este tour en la madrugada, es que vas viendo cómo cambian los colores de las dunas conforme va subiendo el sol.

La excursión inicia antes del amanecer. Foto © Patrick Mreyen
La excursión inicia antes del amanecer. Foto © Patrick Mreyen
Lo ideal es ir viendo el cambio de colores en las dunas. Foto © Patrick Mreyen
Lo ideal es ir viendo el cambio de colores en las dunas. Foto © Patrick Mreyen
Una de las dunas totalmente roja. Foto © Patrick Mreyen
Una de las dunas totalmente roja. Foto © Patrick Mreyen

Las dunas son impresionantes, se fueron creando por la arena que ha llevado el viento desde hace 5 millones de años, su color rojizo se debe a la oxidación del hierro de la arena y la duna más alta de este parque mide unos 325 metros de altura. La superficie de las dunas se mueve con el viento y cambia de color con la luz del día.

Desde temprano empiezan a subir los turistas a las dunas. Foto © Patrick Mreyen
Desde temprano empiezan a subir los turistas a las dunas. Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
Foto © Patrick Mreyen
El camino es espectacular. Foto © Patrick Mreyen
El camino es espectacular. Foto © Patrick Mreyen

En el parque Namib-Naukluft también se encuentra el salar Deadvlei, el cual es una maravilla, donde los troncos secos, la tierra árida, las dunas rojas y el cielo azul, crean la imagen perfecta con la que todo viajero sueña para sacar las mejores fotografías.

Deadvlei, un salar surreal lleno de árboles secos. Foto © Patrick Mreyen
Deadvlei, un salar surreal lleno de árboles secos. Foto © Patrick Mreyen
Foto © Silvia Lucero
Foto © Silvia Lucero

Cuando llega la hora de subir a las dunas, aunque parece fácil, en realidad es muy pesado, ya que es difícil escalar en la arena que se te escurre y no te permite avanzar, tienes una sensación como si te estuviera jalando de los pies. Además el calor no facilita el esfuerzo. Pero una vez que estás arriba, eres premiado con unas vistas preciosas.

Te enterrabas en la arena a la hora de subir, era bastante pesado. Foto © Patrick Mreyen
Te enterrabas en la arena a la hora de subir, era bastante pesado. Foto © Patrick Mreyen
Pero arriba se compensaba ese esfuerzo con las vistas. Foto © Patrick Mreyen
Pero arriba se compensaba ese esfuerzo con las vistas. Foto © Patrick Mreyen
Cogiendo lagartijas, que me encantan. Foto © Patrick Mreyen
Cogiendo lagartijas, que me encantan. Foto © Patrick Mreyen
La arena de la superficie se mueve con el viento. Foto © Patrick Mreyen
La arena de la superficie se mueve con el viento. Foto © Patrick Mreyen

Al bajar terminamos con un delicioso desayuno y brindis, algo que se ofrece bastante en este tipo de actividades, también tuvimos un brunch similar cuando hicimos el safari en globo al día siguiente en otra región de Namibia.

Brunch final. Foto © Patrick Mreyen
Brunch final. Foto © Patrick Mreyen

No cabe duda que las experiencias más gratificantes a la hora de viajar, son aquellas que te brinda la misma naturaleza.

Dónde: Parque Nacional Namib-Naukluft
Hospedaje: Kulala Desert Lodge
Ver las fotos de mi recorrido en Namibia aquí

Si te gustaría hacer un viaje inolvidable a Namibia y necesitas que organice tu viaje a través de nuestra agencia Tripdreaming, escríbeme a silvia.lucero@tripdreaming.com.

Para cuestiones editoriales escríbeme a silvia.lucero@latrotamundos.com.