Hay lugares con los que se sueña conocer sin importar qué tan viajero o aventurero seas, simplemente has visto esas fotos maravillosas y te prometes que algún día irás ahí, así tengas que hacer sacrificios. Uno de esos lugares mágicos es Machu Picchu.
Cuzco
Afortunadamente para llegar a Machu Picchu hay que viajar primero a Cuzco, ciudad a la que te recomiendo dedicar varios días por varios motivos; porque es preciosa, porque en las afueras también hay zonas arqueológicas que vale la pena visitar y sobre todo para darle tiempo al cuerpo de acostumbrarse a la altura, ya que se encuentra a 3,400 metros sobre el nivel del mar. Nosotros viajamos desde Bolivia, donde habíamos estado en lugares más altos, así que ya habíamos pasado por el mal de altura.
La antigua capital del imperio Inca, también declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es romántica y tradicional, con sus calles empedradas, sus casas con arquitectura colonial, cubiertas con tejados color marrón y balcones de madera. Entre los lugares que se deben visitar se encuentran la impresionante Catedral Basílica de la Virgen de la Asunción, la Iglesia y Convento de San Francisco y el Mercado San Pedro.
Cerca de Cuzco
A pocos kilómetros de Cuzco se pueden visitar otras zonas arqueológicas como las ruinas de Saqsaywaman, el Valle Sagrado de los Incas -en el cual se hace un recorrido hermoso donde se puede apreciar la naturaleza de la zona montañosa- y el pueblo de Pisaq.
A Machu Picchu
El tren hacia Aguas Calientes, el pueblo de Machu Picchu, hace un recorrido bastante placentero. Las vistas son preciosas y el personal monta un show sorpresa con bailes típicos y desfiles de moda. Pero sobre todo se disfruta más, si ya llevas tiempo viajando y te tocó (como a nosotros) tomar autobuses infernales como de Uyuni a La Paz en Bolivia y de Puno a Cuzco.
Aguas Calientes es pequeñito, a muchos les ha parecido feo y turístico, pero a mí me encantó, me pareció muy pintoresco rodeado de montañas, al lado del río Urubamba. Aunque es verdad que es un pueblo dedicado totalmente al turismo, porque de ahí se toma el autobús a Machu Picchu y porque tiene aguas termales supuestamente con propiedades curativas. Nosotros nos quedamos sólo dos noches y por cierto cenamos en un bistro muy rico llamado el Indio Feliz.
Para subir a Machu Picchu puedes caminar o tomar el autobús, que fue lo que hicimos nosotros, pero hay que hacer fila desde muy temprano, a las 4 ó 5 de la madrugada, sobre todo si quieres escalar el Wayna Picchu (o Huayna Picchu), ya que sólo reparten 400 boletos al día (si quieres leer más sobre esa experiencia haz clic aquí).
Wayna Picchu es la famosa montaña que sale en todas las fotografías, imponente frente a Machu Picchu. Si le temes a las alturas, mejor no lo hagas, ya que hay que subir bastante y hay caminos muy peligrosos. Esta foto la tomé desde uno de los escalones, ahora que la veo no sé cómo no me entró el pánico en ese momento. Bueno…valió la pena.
Al bajar de Wayna Picchu, nos dedicamos finalmente a recorrer Machu Picchu, una de las 7 nuevas maravillas del mundo. Se cree que pudo haber sido construida para fines ceremoniales o militares, en realidad no dejaron ningún registro que describiera sus funciones y habría sido abandonada a principios del siglo XVI.
Es impresionante ver ahí en persona como la construyeron en armonía con el paisaje, es literalmente una maravilla. También me encantó ver a las llamas caminando tranquilamente entre las ruinas.
Afortunadamente todo estuvo a nuestro favor, alcanzamos a escalar la montaña, recorrimos tranquilamente Machu Picchu, tomamos cientos de fotos y tuvimos un clima perfecto (muchos nos contaron que habían tenido que subir varias veces porque la niebla o la lluvia no les dejó ver nada, así que calcula al menos un día extra). No me puedo quejar, nos fuimos con la mejor experiencia. Aunque hablando de experiencias, hacer el Camino Inca debe ser incomparable, tal vez en un futuro lo recorra…tal vez…
Enlaces de interés:
Página oficial de Perurail
Página oficial para comprar boletos para Machu Picchu
Subir a la cima del Wayna Picchu
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