5 mitos sobre la “edad perfecta” para viajar

Muchas veces he escuchado a algunas personas decir “ya viajaremos cuando nos retiremos” o “ya tendremos tiempo cuando los niños vayan a la universidad”, estas son algunas de las justificaciones más comunes para posponer un viaje. Pero ¿existe en realidad una edad ideal para viajar?

Algunos mitos que te están deteniendo para viajar:

1. La edad del retiro
Recuerdo una vez que iba en un vuelo de Nueva York a la Ciudad de México, el señor de al lado empezó a conversar conmigo (él viajaba por trabajo), me contó que tenía años sin ver a su familia que vivía en la costa oeste de Estados Unidos, que nunca tomaba vacaciones, que ya lo haría cuando se retirara pasados los 60 años. Como siempre muy política le pregunté ¿y si te mueres antes de los 60 o te pasa algo y ya no puedes viajar?

Esta idea es muy común y la respeto, pero quién te asegura que vas a llegar a la edad de retiro, que vas a estar vivo, sano o que todos tus familiares van a estar bien y vas a poder hacerlo. Ya te perdiste años de vacaciones, de ver el mundo, de disfrutar, de visitar a tu familia y amigos, porque piensas que vas a llegar a esa edad y en perfectas condiciones. Mejor vivir y disfrutar el presente, no va a pasar nada porque te tomes esos días libres que te corresponden y te mereces. Cuando se llegue el tiempo de retirarse, ya decidirás si quieres darle la vuelta al mundo o irte a vivir a una playa desierta, pero ya viviste experiencias inolvidables, como dice el dicho “lo bailado nadie te lo quita”.

2. Cuando crezcan los hijos
Más que la edad, está relacionado con cierta etapa de la vida. No es que opine fácilmente porque no tengo hijos, simplemente he visto a muchas parejas con estilos de vida similares, pero unos acoplan fácilmente la vida familiar a sus viajes y otros prefieren sacrificar el viajar porque creen que no pueden o no deben hacerlo.

“Ahorita están chicos, no vamos a disfrutar y ellos no se van a acordar de nada, ya viajaremos cuando estén en la universidad”. Otra vez posponiendo experiencias preciosas que pueden vivir en familia, tal vez sí cambie tu estilo de viaje, no te vas a ir a escalar el Everest con el niño colgado a la espalda, pero hay tantos lugares maravillosos en el mundo que se pueden disfrutar con niños, que creo que vale la pena el sacrificio. Me encanta ver como mis amigos aventureros siguen viajando, con la diferencia que ahora disfrutan sus recorridos junto con sus pequeños. Un viaje no necesariamente implica cruzar continentes, se puede hacer cerca de tu propia ciudad, en un fin de semana y tener una aventura inolvidable.

3. Ya no tengo 20 años para hacer sacrificios…
A menos que tengas 40 y estés planeando todavía irte de vacaciones estilo “Spring Break” a Cancún, obviamente vas a sentir el peso de la edad, sobre todo al día siguiente de la fiesta. Pero en realidad no hay edad para la aventura. No hay que tomarse la vida con tanta formalidad, aunque no tengas 20, puedes irte varios días, semanas o hasta meses a ese lugar exótico que tanto has soñado.

He conocido a muchas personas que en sus treinta (me incluyo entre ellas) han ahorrado lo suficiente y renunciado a sus trabajos para irse unos meses a recorrer el mundo y no ha pasado nada, al contrario han tenido ¡la experiencia de sus vidas!

4.  Menor de 20 igual = inmadurez
No lo creo, los viajes te ayudan a formarte y a ir viendo el mundo de manera diferente. Los viajes sirven para reflexionar, te ayudan a descubrir pasiones y a valorar lo que tienes. Además cuando viajas muy joven, te sirve de entrenamiento para organizarte mejor en todos los sentidos, a mantener en orden tus cosas, a administrar el dinero y todos esos detalles que tus padres siempre te resuelven.

Si lo haces con amigos, también te ayuda a aprender a respetar a los otros compañeros de viaje, a tomar decisiones en grupo, a cuidarse y a que debe haber un respeto para que haya armonía en la convivencia diaria.

5.  En la tercera edad ya no se viaja
La abuela de mis primos, ahora ya pasa los noventa y no sé qué tanto siga viajando, pero recuerdo que hasta hace algunos años, seguía haciendo viajes espectaculares, hasta cruceros por el Mediterráneo. Siempre la admiré mucho por su energía, su espíritu aventurero y su positivismo ante la vida. Si estás bien de salud y aún puedes hacerlo, ¿por qué no? nunca es demasiado tarde para viajar.

En conclusión, viajar es como enamorarse, puede hacerse a cualquier edad. No hay reglas, ni condiciones ideales, sólo se necesita fuerza de voluntad, curiosidad y muchas ganas de ver el mundo.