Guanajuato es uno de mis estados favoritos, primero que nada porque es precioso y es el destino ideal para empaparte de la historia y la cultura mexicana. En segundo lugar porque ha tenido gran influencia en mi vida, ya que fue el primer lugar al que viajé sola con mis primas. Una tradición que empezó mi madre cuando ella era adolescente, el viajar y vivir experiencias inolvidables en la bella ciudad de Guanajuato.
Aún recuerdo con muchísimo cariño cuando tomábamos el autobús (nada cómodo en ese entonces) desde Cd. Juárez hasta Guanajuato -24 horas de camino-, llenas de ilusiones, con la sonrisa en la boca, aunque siempre regresáramos llorando. En cuanto llegábamos a Juárez, empezábamos a contar los días y a planear nuestras siguientes vacaciones a Guanajuato…de nuevo.
Dejando el sentimentalismo a un lado, es un estado muy importante en la historia de mi país porque es la “cuna de la independencia de México”, basta con visitar la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato o el pueblo de Dolores Hidalgo (donde una noche entre el 15 y 16 de septiembre el cura Miguel Hidalgo incitó al pueblo a levantarse contra el Virreinato de la Nueva España, lo que se conoce como el Grito de Dolores), para comprender el peso histórico de este lugar.
Pero ¿qué es lo que no te debes perder si visitas Guanajuato?
GUANAJUATO
Empecemos con la ciudad de Guanajuato, capital del estado, la cual es preciosa con su arquitectura colorida estilo colonial, calles empedradas y túneles, súper pintoresca. Es patrimonio de la UNESCO y su nombre significa “ciudad de ranas”.
Una ciudad rica en cultura, para empezar tiene una universidad muy importante, con un edificio de arquitectura estilo neoclásico impresionante. En esta ciudad se celebra también cada año el Festival Internacional Cervantino y hay muchos museos súper interesantes como el Museo del Quijote, la Casa de Diego Rivera (el pintor era de ahí) y dos que me fascinan el Museo de las Momias de Guanajuato y el de la Casa de las Leyendas.
Aquí también se realizan las famosas “callejoneadas” que consiste en un recorrido por las calles del centro histórico, acompañado de la estudiantina. Los Tunos visten su atuendo antiguo típico del Siglo de Oro español, cantan canciones antiguas y cuentan leyendas. Es una experiencia súper linda, aunque recuerdo que hace muchos años tomé un recorrido parecido por los jardines de la ex Hacienda San Gabriel de Barrera y también me fascinó, así que si puedes tomar los dos, mejor aún.
Guanajuato se caracteriza por ser una ciudad de leyendas, las más famosas son las del Callejón del Beso, La Llorona, la Calle del Truco, el Callejón de la Condesa, entre otras. Lo fascinante es que las puedes ver representadas en réplicas en el Museo Casa de las Leyendas, es precioso. Obviamente no puedes dejar de participar en la más famosa, la del Callejón del Beso y por supuesto darte un beso con tu pareja en el tercer escalón.
Como testigo y guardián de la ciudad se encuentra en lo alto de un cerro una enorme estatua de El Pípila, si te sitúas en el Jardín la Unión casi frente al Teatro Juárez y volteas hacia arriba, puedes ver este famoso monumento, si subes por el funicular, desde la cima tendrás vistas espectaculares de la ciudad.
La ciudad está llena de iglesias hermosas con imágenes religiosas impactantes, la verdad los cristos y santos pueden hasta darte miedo, pero vale la pena entrar a las iglesias a verlos y apreciar el arte.
Aunque tiene muchas plazas, para mí, ninguna como la del Jardín La Unión, rodeada de hoteles, restaurantes y bares, llena de vida. Nada como sentarte ahí a ver la gente la pasar, disfrutar del clima delicioso de Guanajuato, que por las tardes tiende a refrescar. Y tal vez hasta tomarte un tequilita en el Bar Tradicional Luna. Mi madre me contaba que cuando ella era joven, los hombres daban la vuelta a la plaza por un lado y las mujeres por otro y que si alguno quería acercarse a hablar con la que le gustaba, le daba una flor.
El Teatro Juárez es uno de los puntos turísticos principales de la ciudad, de hecho sus escalones son punto de encuentro. Si no puedes asistir a algún evento cultural, entonces no dejes de tomar el tour porque el teatro es bellísimo por fuera y por dentro, construido en 1903 en la época del Porfiriato.
A las afueras de la ciudad se encuentra la mina de La Valenciana, no dejes de visitarla, ya que fue una de las principales de la Nueva España, de donde se extraía mucha plata. Al lado también puedes visitar el templo de San Cayetano, construido con las ganancias de la mina y de estilo barroco mexicano.
DOLORES HIDALGO
Lo que más me gusta de este estado es que hay muchos lugares increíbles, vale la pena recorrerlo todo. Uno de ellos es Dolores Hidalgo, Pueblo Mágico y cuna de la Independencia, ahí puedes visitar la última casa en la que vivió el cura Miguel Hidalgo, la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, donde hizo repicar las campanas para levantar al pueblo en su lucha por la independencia. Puedes visitar el Museo del Bicentenario y darte un descanso de tanta historia probando los famosos helados de sabores exóticos como aguacate, mole, tequila, entre muchos otros.
Este es también el pueblo natal de José Alfredo Jiménez, una clásico de la música ranchera, puedes visitar la casa museo y el mausoleo. Si no lo conoces, te recomiendo escucharlo, ya que cualquier trago mexicano sabe mejor acompañado de alguna de sus canciones. Seguramente terminarás cantando El Rey con un buen tequila.
SAN MIGUEL DE ALLENDE
Una ciudad que no te puedes perder es San Miguel de Allende, elegida como la mejor ciudad del mundo por los lectores de Condé Nast Traveler. Sobra mencionar que la ciudad es preciosa, al igual que Guanajuato, tiene arquitectura estilo colonial, plazas muy bonitas, calles empedradas, todo es muy colorido y su catedral parece salida de un cuento. Es además una ciudad muy internacional, con muchos expats, uno de los lugares favoritos de retiro de estadounidenses, canadienses y europeos.
ATOTONILCO
Muy cerca de San Miguel se encuentra el Santuario de Atotonilco, una joya de arte del siglo XVIII, es Patrimonio de la Humanidad y no hay rincón en sus paredes, techos, bóvedas, capillas, retablos, donde no encuentres una muestra de arte. Un deleite para la vista.
Y ya con esta me despido…su gastronomía, en Guanajuato se come muy bien, entre sus especialidades se encuentran las enchiladas mineras y las pacholas.
Obviamente hay muchos lugares en ese estado a los que no alcancé a ir, por lo que tendré que hacer el sacrificio de volver algún día a seguir el “Camino de Guanajuato” y descubrir esos rincones maravillosos. ¿Alguna recomendación?
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cristina
septiembre 20, 2014 at 11:47 amSiempre leo tus post , son geniales por muchos motivos , saludos desde Buenos Aires
C.