Acostumbrada sólo a Santa Claus o a los Reyes Magos en la época navideña, nunca se me ocurrió pensar en cómo recibían los regalos los niños en otros países o regiones, hasta que me mudé a Europa y me quedé encantada con otras tradiciones.
Holanda y Bélgica
Todavía recuerdo las caritas de asombro de mis sobrinos belgas cuando llegó San Nicolás o Sinterklaas y me hubiera gustado ver la mía porque estaba igual de emocionada. El 6 de diciembre (Día de San Nicolás), el santo toca a las puertas de las casas, vestido impecablemente con su traje rojo religioso, acompañado de su -ahora controversial- ayudante Zwarte Pieten y un libro enorme donde tiene escrito cómo se portaron durante el año y lo que pidieron en sus cartas.
Los niños estaban impresionados cuando les llamaba y les recordaba sus travesuras y les hacía un llamado de atención, pero también les reconocía lo que habían hecho bien. Después del “review” recibían sus regalos.
Esta tradición se sigue en varios países del norte de Europa.
Foto de San Nicolás tomada en Weywertz, Bélgica © Patrick Mreyen
Navarra y el País Vasco
Visitando a una amiga en Pamplona, me contó tanto la tradición navarra como la catalana, me avergonzó un poco que después de varios años viviendo en España, no me haya enterado antes de ellas.
En Navarra y el País Vasco llega el Olentzero, un carbonero que baja del monte a anunciar el nacimiento de Jesús. En varias partes de Navarra, la noche del 24, sacan a las calles a un muñeco representando al Olentzero sentado en una silla. Este personaje es el que trae los regalos de Navidad a los niños.
Cataluña
El Tió de Nadal es representado por un tronco, sí así como leen un pedazo de madera. Desde el 8 de diciembre Día de la Inmaculada hasta Nochebuena, se alimenta al Tió y se le tapa todas las noches. Los niños deberán golpearlo con un palo para que “cague regalos”.
¿Conoces alguna tradición que se siga en otro país o región?