Escrito por la viajera: Vanessa Orozco Castillo
Uno de mis viajes preferidos que he realizado fue a Borobudur, en la isla de Java, Indonesia.
Borobudur es el templo Budista más grande del mundo. Este impresionante templo está situado en medio de la selva y tiene una vista espectacular donde se pueden admirar 2 volcanes gemelos, 2 ríos y una vegetación abundante llena de colorido y fragantes olores.
Al entrar al templo vas descubriendo, conforme vas subiendo, más de 400 enormes estupas, donde para mi sorpresa y la de cualquier persona, se encuentran escondidas inmensas estatuas de Budas. Es un templo tan lleno de armonía y espiritualidad que es imposible no enamorarte de su belleza y querer quedarte ahí ¡para siempre! Por eso regresamos a la mañana siguiente a disfrutar de esa magia por segunda vez.
Fue una experiencia irreal, llegar de noche, subir el templo mientras aun se sentía la brisa fresca de la lluvia que había caído en la noche y esperar, rodeada de más de 500 Budas y acompañada por el cántico de los pájaros y de los Budistas a lo lejos, el amanecer más espectacular que jamás haya presenciado.
Una de las cosas que más me llamo la atención es que éramos las únicas personas en todo el templo, algo que considero un privilegio puesto que hoy en día es imposible no toparte con miles de turistas en cualquier parte del mundo.
Para hacer esta experiencia todavía más inolvidable, pasamos esos días en el majestuoso resort Amanjiwo, a 20 minutos del templo, donde pudimos seguir disfrutando de la belleza natural de sus alrededores y de la bondad de los nativos de esta isla.
Gracias a mis días en Borobudur y Amanjiwo, mi cuerpo y alma fueron renovados por su tranquilidad, belleza, espiritualidad y exquisita comida. No cabe duda que llevaré estos hermosos recuerdos ¡por el resto de mi vida!
Foto: Templo de Borobudur en Indonesia © Vanessa Orozco Castillo